- El comisario jubilado José Manuel Villarejo insistió ayer ante el juez que investiga la operación Kitchen en que se mensajeó con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy sobre el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas, implicando también a otros miembros de su Ejecutivo como María Dolores de Cospedal, Jorge Fernández Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría, de la que el excomisario dice que tenía copia de la documentación intervenida a Bárcenas.
Villarejo ratificó de esta forma gran parte de lo ya declarado ante la comisión de investigación del Congreso de los Diputados y en un escrito enviado al magistrado Manuel García-Castellón esta misma semana, donde avanzaba el relato que le haría sobre el operativo parapolicial que se habría montado en 2013 desde el Ministerio de Interior para espiar a Bárcenas y su entorno con el objetivo de sustraer la información comprometedora que pudieran tener del PP y sus dirigentes.
El policía reiteró en su declaración de ayer que comenzó a trabajar para la Kitchen porque así se lo pidieron desde el Ministerio de Interior, apuntando esta vez a toda la cadena de mando: Fernández Díaz; el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez; el ex director general de la Policía Ignacio Cosidó; y la Dirección Adjunta Operativa (DAO).
El excomisario relató asimismo que recibió un encargo concreto: que hiciera labores de inteligencia sobre Bárcenas y su entorno, las cuales se llegaron a extender a una casa de la madre del extesorero, para localizar el material que guardaba y que podía comprometer al PP o al Estado. Para ello, Villarejo afirma que fue él quien convenció al chofer de la familia Bárcenas para que les espiara.
El comisario jubilado explicó ante el juez que, en un momento dado, le facilitaron números de teléfono del propio Rajoy, que usó para comunicarse con él mediante mensajes. Este contacto directo, explicó, se debe a que el presidente del Gobierno no se fiaría de la información que se le transmitía desde el Ministerio de Interior sobre la Kitchen y quería otro canal de comunicación.
De acuerdo con su versión, Rajoy no era la única persona a la que reportaba. Así, hablaba también con un enlace que le enviaba la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Le consta que Sáenz de Santamaría tenía copia de los papeles sustraídos del estudio de restauración de arte que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, tenía en el centro de Madrid.
Otro de sus principales contactos, añadió Villarejo en su declaración, era la ex secretaria general del PP y exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Al igual que hicieran ella y su marido, Ignacio López del Hierro, en sus comparecencias judiciales; Villarejo relata que López del Hierro les presentó y que se reunió con Cospedal en la sede de Génova, a donde accedía por el garaje tras ser recogido en coche oficial en las inmediaciones, así como en el Ministerio de Defensa y en restaurantes de Marbella.
José Manuel Villarejo concluyó afirmando que transmitía muchas informaciones a Jorge Fernández Díaz, a quien atribuye un papel esencial en el desarrollo de la operaciónKitchen.