- Cristina Cifuentes fue absuelta ayer del caso máster que, junto a la filtración del vídeo del hurto de unas cremas que cometió en 2011, la llevó a dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid en abril de 2018, pero no ha salido indemne de este caso de corrupción. Y es que, al tiempo ha quedado libre del delito de falsedad documental porque “no hay prueba suficiente”, la Audiencia Provincial de Madrid certifica en su sentencia que el curso del máster “estuvo plagado de irregularidades”. Buena prueba de ello es que, en el mismo fallo, los magistrados condenan a un año y seis meses de cárcel a la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) y directora del polémico máster Cecilia Rosado, y a tres años de cárcel a la exasesora de Educación María Teresa Feito. La Fiscalía de Madrid acusó a Cifuentes de inducir la falsificación del acta del Trabajo de Fin de Máster (TFM) del curso de postgrado que cursó en dicha universidad.
Acompañada por su hijo, Cifuentes acudió en la mañana de ayer a la sede judicial para conocer la sentencia, que fue notificada a los abogados de las partes y a las propias acusadas. A su salida, eludió comentar su absolución. La Fiscalía de Madrid y la acusación que ejerce la URJC estudian recurrir el fallo.
Los magistrados determinan que no ha resultado probada “ninguna intervención” de Cifuentes en el delito del que había sido acusada. “Las sospechas legítimas que pudieran existir no se han convertido en prueba suficiente para justificar su responsabilidad”, afirman. La fiscal solicitó en el juicio una condena de tres años y tres meses de cárcel para la exdirigente del PP al quedar acreditado que indujo la falsedad del documento objeto del juicio, dado que era “la única, la primera y la última beneficiaria” de la falsificación.
Cifuentes afirmó en el juicio que cursó el máster sin ir a clase, sin realizar exámenes y entregando el 2 de julio de 2012 el TFM sin exponerlo ante el tribunal, algo que hicieron otros alumnos. “Actué de buena fe”, dijo. Sobre su participación, los magistrados exponen que ni Rosado ni Feito señalaron haber mantenido contacto alguno con la expresidenta madrileña, “tampoco con su oficina o gabinete”.
“Nada se ha probado sobre que impulsara, sugiriera o presionara para la falsificación del documento en cuestión”, recalca la Sala, que incide en que “el hecho de exhibir públicamente la copia del documento que recibió el rector Javier Ramos no es más que un indicio, no corroborado por otros”. Los magistrados dan por acreditado, no obstante, que el curso del máster “estuvo plagado de irregularidades” y que se han detectado deficiencias en las actas de diversas asignaturas.
Respecto a Cecilia Rosado, que reconoció durante el juicio el delito, el tribunal le aplica la atenuante de confesión y miedo insuperable y, subsidiariamente, una atenuante muy cualificada por su colaboración con la justicia. Esgrime para ello que Rosado “temía por el desarrollo de su carrera profesional” y añade que su “precariedad laboral” era palmaria en el año 2012.
Numerosos dirigentes del PP celebraron ayer la sentencia y algunos, como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, criticaron que todos aquellos que acusaron de fraude a la expresidenta regional “no hayan dicho nada sobre su absolución”. En cambio, el PSOE y Unidas Podemos-IU resaltaron que “ha habido falsedad documental”.