- El PNV revalida su hegemonía en Bizkaia. Los jeltzales consolidaron ayer su mayoría abrumadora en el territorio, logrando un escaño más hasta alcanzar los doce sobre los 25 en juego. La elevada abstención, que alcanzó el 47,55%, pasó factura a todos los partidos en número de votos, a excepción de EH Bildu, que ganó dos escaños más. La cara amarga de la noche fue para Podemos, que ve reducida a la mitad su representación parlamentaria, y el PP, al que su electorado castiga la coalición con Ciudadanos dejándole solo con un escaño. Los socialistas rentabilizan a la mínima su entrada en el Ejecutivo, manteniendo sus tres representantes.
La abstención siguió en Bizkaia la misma línea que en Euskadi, disparándose hasta el 47,55%, diez puntos superior a la de hace cuatro años. Ello ha pasado factura a todos los partidos, que han visto reducido su número total de votos, a excepción de EH Bildu.
Ni la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus ni, especialmente en Bizkaia, la del derrumbe del vertedero de Zaldibar, pasó factura al PNV, que gana un escaño más en el territorio, hasta alcanzar los doce, y consolida el apoyo del 42% del electorado, con más de 200.000 papeletas. La victoria jeltzale se afianza incluso en municipios como Portugalete, el último bastión del PSE en Ezkerraldea -con 6.379 votos por los 4.314 de los socialistas- o en aquellos en los que el PNV cedió la alcaldía ante otras fuerzas políticas en las pasadas elecciones municipales, como Durango o Galdakao.
La fiel militancia de EH Bildu consolida a la coalición como segunda fuerza y es el único partido que gana en número de votos, hasta los 112.443, lo que le vale llegar hasta los siete escaños, dos más que esta última legislatura.
El PSE consigue frenar la sangría de votos y escaños que arrastraba en las últimas citas electorales, rentabilizando por la mínima su entrada en el Ejecutivo vasco. Mantiene sus tres escaños y mejora, en términos relativos, su apoyo entre el electorado: incrementa su porcentaje de votos de un 11,73 a un 13,59%, posicionándose como tercera fuerza política del territorio.
Podemos, que se enfrentaba a su primer examen tras su estreno en las elecciones al Parlamento Vasco de 2016, no pudo mantener la ilusión que le aupó entonces como tercera fuerza política, arrastrado posiblemente por el desencanto de sus electores ante su llamamiento a un acuerdo tripartito de izquierdas. El partido queda relegado a una cuarta posición, reduciendo sus escaños de cuatro a dos, tras perder más de la mitad de electores.
La coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos se deja por el camino 34.073 votos; solo han logrado recabar 32.018 papeletas, frente a las 66.091 que sumaron entre ambos partidos en las anteriores elecciones, donde concurrieron por separado. Los dos escaños que los populares han ocupado por Bizkaia esta legislatura se quedan solo en uno, que ostentará el cabeza de lista Carlos Iturgaiz. Vox se estrena con 8.785 votos, muy lejos de la representación parlamentaria.