donostia - El Foro Social Permanente expresó ayer su “preocupación” por el “parón” que “la demora” en la constitución de un Gobierno en el Estado está suponiendo en la “normalización de la política penitenciaria” aplicada a los presos de ETA.

Esta plataforma, que agrupa a sindicatos y asociaciones que impulsan la convivencia en Euskadi, reclama al Ejecutivo español que “retome las dinámicas para superar la política penitenciaria de excepción”.

En un comunicado, el Foro Social recuerda que el último acercamiento de un preso de ETA se produjo el pasado mes de julio, cuando el recluso Ekaitz Samaniego fue trasladado a la cárcel de Zaragoza. La asociación recuerda asimismo que en su día valoró positivamente los cambios operados desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno aunque, transcurridos ya 14 meses, entiende que los pasos dados han sido “muy tímidos” y lamenta que los acercamientos de presos estén paralizados.

El Foro critica además que este “lento goteo” genera “frustración” y añade “dolor” a los familiares de los presos, pero confía en que la constitución de un nuevo Ejecutivo “afiance la decisión del Gobierno de Sánchez, acelere las diferentes políticas iniciadas y permita acometer en profundidad el debate sobre el itinerario carcelario que los presos deberán realizar para llegar al tercer grado”.

urrutikoetxea recurre Por otra parte, José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, recurrirá al Tribunal Supremo francés el rechazo de su demanda para ser puesto en libertad por las demandas de la justicia española en su contra, según anunció su abogado, Laurent Pasquet-Marinacce.

Tres juezas de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París decidieron el miércoles que Urrutikoetxea, arrestado el pasado 16 de mayo en la localidad francesa de Sallanches tras casi 17 años de clandestinidad, siga en prisión.

Pasquet-Marinacce explicó que recurrirán ese dictamen ante el Supremo, que tendrá que pronunciarse sobre si lo valida o si la sala de instrucción debe examinar de nuevo la solicitud de liberación, pero con diferentes jueces. - Efe