Vitoria - El lehendakari ha iniciado el nuevo curso sin darse apenas margen para un periodo de adaptación tras el parón vacacional, y comienza por todo lo alto, con un relevante aval político a sus propuestas de acogida de migrantes y refugiados tras su audiencia con el Papa Francisco. Nada más culminar su viaje institucional al Vaticano para presentar su propuesta Share, hoy mismo arrancará formalmente el ejercicio con el tradicional Consejo de Gobierno en el Palacio Miramar de Donostia. Este comienzo intenso sirve de preludio para los próximos meses, donde el Gobierno vasco abordará una negociación muy complicada para tratar de aprobar los Presupuestos del año próximo en un contexto político desfavorable, marcado por una posible repetición de las elecciones generales en el Estado y el consiguiente clima de tensión entre los partidos propio de toda fase preelectoral.
En este momento, la inestabilidad en el Estado es la principal amenaza y ya hay voces, como la del líder de Podemos Euskadi, Lander Martínez, que anticipan que una repetición de las generales complicaría la negociación de las Cuentas vascas. Podemos ha mostrado hasta la fecha una actitud más proclive a la negociación que en anteriores ocasiones.
Aunque el Gobierno vasco ha aprobado en los últimos meses proyectos de enjundia como la modificación de la Ley de Policía y ha podido iniciar la tramitación de la reforma de la renta de garantía de ingresos (en ambos casos con los votos del PP), sobrevuela el riesgo de bloqueo por parte de la oposición, como ya sucediera con la ofensiva que provocó la prórroga presupuestaria y la caída del consejero Darpón. La repetición de las elecciones generales no haría sino enrarecer aún más el clima político.
Mientras tanto, el Gobierno español de Pedro Sánchez sigue en funciones y el Ejecutivo vasco carece de un interlocutor estable para abordar las transferencias y las obras del TAV. Para más señas, si hubiera una repetición electoral en el Estado, el nuevo gobierno no se conformaría como mínimo hasta enero, que era precisamente la fecha donde tenía que quedar cumplido el calendario de transferencias con las últimas remesas sobre los aeropuertos, los puertos y las prisiones, entre otras materias. Con la repetición electoral, por lo tanto, el calendario quedaría ya de manera formal y solemne reducido a papel mojado sin un solo avance desde abril y tras el acuerdo sobre la AP-68, que se sumó al de la AP-1 y dos líneas de tren.
El gabinete de Urkullu celebrará hoy el primer Consejo de Gobierno tras el paréntesis vacacional. Será sobre todo una cita de carácter político donde el lehendakari lanzará un mensaje a favor de la estabilidad. No se prevén grandes anuncios sobre medidas concretas. Tras la foto de familia, la reunión del consejo arrancará a las 10.30 horas. Una hora después comparecerá el lehendakari. Mañana le tocará al PNV. Andoni Ortuzar abrirá el curso en Zarautz. La producción legislativa, los Presupuestos y la duración de la propia legislatura vasca pueden depender en buena medida de lo que suceda con la investidura de Pedro Sánchez en el Estado. El socialista tiene de margen hasta el 23 de septiembre para evitar una repetición electoral el 10 de noviembre. Hasta que se constituya un gobierno, el actual estará en funciones y no podrá tomar decisiones más allá de lo ordinario, de manera que no habría margen para transferencias. Además, el clima de disputa por las elecciones y la posterior negociación de la investidura complicaría el acuerdo presupuestario a nivel vasco, y está por ver en qué medida la caída de las Cuentas autonómicas podría adelantar ligeramente las elecciones vascas a los primeros meses de 2020, en lugar de otoño. Urkullu no quiere especular e insiste en desplegar su programa.
las cuentas PNV y PSE se encuentran a un escaño de la mayoría absoluta y necesitan la abstención de un grupo (EH Bildu, Elkarrekin Podemos o PP), total o parcial. El Consejo Vasco de Finanzas de mediados de octubre fijará la previsión de ingresos para redactar las Cuentas, que se presentarán en Consejo de Gobierno el día 22 de ese mes.
Hasta ahora solo se han producido contactos muy preliminares en los que el PP ha pedido una reforma fiscal que ni PNV ni PSE contemplan antes del año que viene, EH Bildu ha avanzado que sus condiciones se situarán en parámetros similares a la negociación que ya fracasó en las anteriores Cuentas, y Elkarrekin Podemos, por el contrario, ha sido esta vez quien ha mostrado con mayor claridad una actitud pragmática para influir en las políticas. No obstante, habrá que esperar a que ponga cifras a su propuesta, que en la anterior ocasión se elevó a 1.500 millones inasumibles para el consejero Pedro Azpiazu. Para rizar más el rizo, este debate se puede entrecruzar con el del nuevo estatus de autogobierno, porque el plazo de los juristas acaba el 30 de noviembre y, tan solo unos días después, se votarán las enmiendas a la totalidad de las Cuentas. Esta coincidencia podría afectar sobre todo a la posición de EH Bildu.
La relación con la coalición está muy deteriorada y se han producido tiranteces, incluso, en el debate del estatus pese a que las bases estaban pactadas con el PNV. Bildu ve lentitud en este proceso. En cuanto al PP y las Cuentas, queda como resquicio que pueda temer una repetición electoral y quiera recuperar cierta centralidad tras su convención política de septiembre aproximándose a los Presupuestos desde posiciones más moduladas.
retos legislativos En paralelo, el Gobierno vasco, que ya ha publicado el decreto que desarrolla la ley para reparar a las víctimas de abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999, comenzará a atender las solicitudes de los damnificados cuando acabe el periodo para presentar alegaciones sobre el decreto. También buscará apoyos para otras leyes como la de centros de culto, la de cooperativas (que parece encarrilada) y la de empleo público vasco, con novedades en los permisos de paternidad. Trabaja igualmente en una Ley de Memoria Histórica.
Consejo de Gobierno. Se celebrará hoy y tendrá lugar, como marca la tradición, en el Palacio Miramar de Donostia. Los consejeros y el lehendakari se harán la foto de familia, y Urkullu comparecerá ante los medios tras la reunión, que tendrá un carácter político y donde no se esperan anuncios de medidas concretas.
Presupuestos. Es el mayor reto que se presenta con carácter inmediato. Existe el riesgo de que una repetición de las generales el 10 de noviembre tensione el clima y haga inviable el acuerdo. Las cifras para elaborar las Cuentas se conocerán en el Consejo Vasco de Finanzas de mediados de octubre, donde saldrá a la luz la previsión de recaudación. El día 22 de ese mes se aprobará el proyecto de Cuentas en Consejo de Gobierno y comenzará la negociación en profundidad con los grupos.
Transferencias. Están paralizadas porque el Gobierno español se encuentra en funciones. Si hubiera elecciones generales en noviembre, la formación de un nuevo gobierno se retrasaría hasta enero, precisamente el plazo donde tendrían que haberse cumplido todos los traspasos del plan, que quedaría en papel mojado.
Leyes. Se están tramitando las leyes de cooperativas, empleo público, culto y reforma de la RGI, entre otras. El Gobierno trabaja en una Ley de Memoria Histórica.