El Congreso dio ayer un paso más para que comience la legislatura al acordar la composición de las comisiones parlamentarias y poder afrontar dos de sus tareas fundamentales: tramitar leyes y controlar al Gobierno aunque esté en funciones.

Sin actividad legislativa desde febrero de este año y dos meses después de las elecciones generales del 28 de abril, la Mesa y la Junta de Portavoces han desbloqueado la creación de las comisiones parlamentarias al fijar el número de diputados que las integrarán. No se trata de un asunto menor porque el reglamento de la Cámara exige que las comisiones reflejen la pluralidad del pleno con proporcionalidad. Los grupos llevaban días debatiendo si se decantaban por 37 integrantes o por 43.

Para optar por una cifra u otra se hace una operación matemática. Por ejemplo, en el caso del PSOE, se multiplica el número de sus escaños, 123, por 37 o por 43, y el total se divide entre 350. El cociente se redondea al alza o a la baja y ése será el número de parlamentarios socialistas en las comisiones, y así se hace con todos los grupos. La elección de 37 es la que en principio ofrecieron PSOE, PP y C’s y se debatió en la reunión de la Mesa del Congreso de la semana pasada, pero las reticencias de Unidas Podemos, básicamente este grupo, obligaron a los demás a alargar el plazo. Al subir la horquilla a 43, los grupos han alcanzado el consenso, aunque algunos como Vox no se han mostrado completamente convencidos. Su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, cree que no serán “operativas”. Finalmente, el Grupo Socialista colocará 15 diputados en cada comisión; el Popular, ocho; C’s, siete; Unidas Podemos, cinco; Vox, tres; ERC, dos; PNV, uno; y el Grupo Mixto, dos.

A partir de ahora hay que constituir la Diputación Permanente y las comisiones. La primera, que es la que gobierna el Congreso cuando no hay actividad parlamentaria por ser tiempos inhábiles, se creará el martes próximo, en tanto que las comisiones se irán formando durante los días 29, 30 y 31 de este mes.

La de la Diputación no generará problemas porque los grupos solo tienen que comunicar a la Mesa quiénes serán sus diputados vocales y quiénes sus suplentes, para lo que disponen de plazo hasta el jueves que viene; sin embargo, la de las comisiones se prevé conflictiva. Por un lado, tendrán que dar a conocer a la Mesa quiénes de sus diputados estarán en una comisión o en otra (el 24 vence el plazo dado) y deberán precisar si son portavoces o no. Por otro, en paralelo, han de negociar el reparto de las presidencias, vicepresidencias y secretarías de sus mesas. Las relaciones entre PSOE y Unidas Podemos a raíz de la desconfianza que ha surgido entre sus líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, respectivamente, y la intención de los socialistas de evitar a Vox en todos los puestos de las mesas anticipan unas conversaciones tensas, tal y como apuntan fuentes de distintos grupos parlamentarios consultadas. PP y C’s reclamaban ayer que ese reparto se haga por acuerdo, como es tradición en el Congreso.

Si no cuajan las negociaciones, las votaciones de los días 29, 30 y 31 resolverán los puestos; dichas votaciones son como las de la Mesa del Congreso: primero se elige la Presidencia, luego las Vicepresidencias (dos) y por último las Secretarías (dos).

La Cámara Baja también estableció ayer el orden del debate de investidura de la próxima semana. Comenzará el lunes a las 12.00 horas con la intervención del candidato, Pedro Sánchez, y seguirá en sesión de tarde a las 16.00 horas. El portavoz que acuda a la tribuna antes de las 20.30 horas será el último en intervenir ese día, por lo que el debate se reanudará el martes 23 a las 9.00. La primera votación se estima entre las 14.00 y las 15.00 horas, y si no sale por mayoría absoluta, se repetirá 48 horas después en función de cuando haya acabado la primera. - Efe