madrid - Vox no va a vender barato su apoyo en las comunidades autónomas donde suma con el PP y Ciudadanos, y ayer lo evidenció en la Región de Murcia, donde en la sesión de investidura votó en contra de la reelección del popular Fernando López Miras como presidente regional. De esta forma, el partido ultra paraliza por el momento la formación del Ejecutivo autonómico y emplaza a las partes a seguir negociando. “Podemos tener un Gobierno pronto”, dijo el portavoz de Vox Juan José Liarte, pero puso la pelota en el tejado de Ciudadanos, a cuya dirección estatal reclamó que permita a su grupo regional pactar a tres bandas.

Se trata de un aviso que la formación de Santiago Abascal da al PP y en mayor medida a Ciudadanos. Les traslada que su apoyo no va a ser gratis y que lo ocurrido en Andalucía no se va a volver a repetir en otras instituciones. Además de en lo que vaya a pasar finalmente en Murcia, la vista está puesta ahora en la Comunidad de Madrid, donde las negociaciones están estancadas y la candidata popular, Isabel Díaz Ayuso, necesita los votos del partido ultra. Durante el día de ayer se sucedieron las reuniones para llegar a un acuerdo e incluso el PP y Vox lograron que Ciudadanos se sentara en una mesa a tres bandas, por primera vez desde que se dan los pactos entre las tres derechas. Sin embargo, los representantes de la ultraderecha se levantaron de las negociaciones tras las declaraciones de la formación naranja a nivel estatal que reducían el encuentro a un simple “café”.

El candidato del PP a la reelección, Fernando López Miras, apeló por su parte a la “generosidad y esfuerzo” de los cuatro diputados autonómicos de Vox para que sigan negociando y permitan la formación de un Ejecutivo lo antes posible. A cambio, ofreció a la formación ultra un “compromiso firme y público” de que sus propuestas y su programa “se van a cumplir” desde el Gobierno regional. - DNA