Pamplona - Aratz Urrizola y Adur Ramírez de Alda, dos de los jóvenes de Altsasu condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en octubre de 2016, llegaron ayer al mediodía a las cárceles de Zaballa e Iruñea. Además, las familias de los jóvenes comunicaron por la tarde que otros dos condenados, Iñaki Abad y Oihan Arnanz, les habían telefoneado informándoles de que habían sido trasladados al módulo de ingresos -donde duermen quienes van a entrar o salir de la cárcel- de las prisiones de Soto del Real y de Navalcarnero, respectivamente. Por tanto, por los plazos que se manejan en este tipo de traslados, es posible que el próximo viernes ambos sean también acercados a Euskadi. De ser así, solo Jokin Unamuno, que está preso en Estremera, sería el único de los condenados que permanecería lejos de su familia.
El primero en llegar ayer fue Aratz Urrizola, que ingresó en la cárcel de Zaballa trasladado desde la prisión de Soto del Real, para seguir cumpliendo su condena a nueve años de prisión por delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas según la sentencia de la Audiencia Nacional. Precisamente, Jon Ander Cob y Julen Goicoechea, condenados por los mismos delitos a una pena de nueve años de cárcel, ingresaron el pasado 24 de agosto en la misma prisión alavesa tras un traslado ordinario desde los penales madrileños en las que se encontraban.
Asimismo, se procedió al traslado de Adur Ramírez, que también ingresó al mediodía en la cárcel de Iruñea desde la prisión de Aranjuez donde se encontraba para continuar con su condena, que en este caso se eleva a doce años de prisión. Ramírez, que durante la celebración del juicio negó en todo momento haber estado presente en el lugar de los hechos, permanece en prisión desde el 14 de noviembre de 2016. - E. C.