Barcelona - El president Quim Torra trató de apaciguar ayer a sus socios de la CUP asegurando que su gobierno no renuncia a nada y que habrá “ambición nacional” en su actividad al frente de la Generalitat, un anuncio que no sirvió para que los anticapitalistas bajaran el diapasón de sus críticas. Torra se reunió ayer con Carles Riera y Natàlia Sànchez, pero no surgió ningún compromiso concreto con la agenda de ruptura, y la CUP aseguró que cada vez detecta mayor distancia entre lo que predica el Govern y sus acciones en el día a día. En concreto, le pidió que recupere de manera unilateral las leyes tumbadas por el Tribunal Constitucional, en lugar de remitir este debate al diálogo con el nuevo Gobierno español de Pedro Sánchez.
La portavoz del Govern, Elsa Artadi, aseguró que Torra ha trasladado a la CUP que mantiene intacta su intención de que Catalunya sea una república y le prometió que iniciará un proceso constituyente “lo más pronto posible”. “Compromiso explícito del presidente Torra de que no pensamos renunciar a nada. Plena ambición nacional; si no, no estaríamos aquí”, recordó Artadi.
Torra también garantizó que asume como propia la propuesta de acuerdo que JxCat y ERC hicieron llegar a la CUP en marzo para desencallar la investidura, en la que se contemplaba este proceso constituyente e impulsar un Consell de la República en Bélgica. El presidente aseguró a la formación antisistema que el proceso constituyente debe sentar “las bases de la futura constitución catalana”, y garantizó que en él tendrán un papel tanto el Parlament, la principal institución catalana, como la ciudadanía, a través de otros canales participativos. - DNA