Madrid - El PSOE arranca el nuevo curso en el Congreso de los Diputados tratando de acorralar el Gobierno de Rajoy. El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, anunció ayer una ofensiva ante lo que considera un Ejecutivo español “paralizado y paralizante”. La primera medida con la que Ferraz desea pasar al contraataque será la presentación mañana de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por el excesivo uso de la opción de veto al que se suele aferrar Moncloa la las iniciativas legislativas de la oposición. La acometida del PSOE, al que el último sondeo del CIS le viene reflejando una tendencia a la baja, continuará mediante una baterías de iniciativas parlamentarias de calado social.

Sánchez reunió ayer a diputados, senadores y europarlamentarios socialistas con motivo del arranque del periodo ordinario de sesiones parlamentarias, que se extenderá hasta junio. Fue en esa cita cuando el líder del PSOE anunció que mañana trasladará al TC el análisis del mecanismo del derecho a veto. Rajoy ha aplicado en diferentes ocasiones este instrumento, recogido en la Constitución, que le permite tumbar las enmiendas que considere que alteran los presupuestos en curso, ya sea por suponer aumento de gasto o por una disminución de ingresos. Pero la paciencia de los socialistas parece haberse acabado. Y es que desde Ferraz han denunciado que el Gobierno del PP tan solo busca frenar la acción política de la oposición, fundamentalmente en las cuestiones que tienen que ver con la agenda social. La última gota que ha colmado el vaso es que se tumbara una propuesta de reforma de la Ley General de la Seguridad Social.

No quedará ahí la ofensiva, sino que se extenderá a la denuncia constante contra los casos de corrupción que salpican a numerosos representantes populares -Sánchez aseguró ayer sin cortapisas que “la Gürtel era el PP, y el PP la Gürtel”-, además de un incremento de la producción parlamentaria. Ante un Gobierno “vacío de ideas” inmerso en una “guerra fría” con Ciudadanos, Sánchez aspira a que sus diputados saquen adelante diez iniciativas legislativas en los seis próximos meses. El desafío lanzado a sus correligionarios es que hagan ver que los socialistas se ocupan de “hacer país” frente a la parálisis de un Gobierno atrapado por la corrupción. El máximo mandatario del PSOE señaló que su formación ha sabido ejercer una “oposición de Estado” con el apoyo a Rajoy frente al desafío independentista en Catalunya, pero llega el tiempo de representar que es la única capaz de “derrotar a la derecha”.

Sánchez ha instruido a los suyos para que marquen perfil social. Las encuestas obligan a ello, a la vista de que el partido de Ferraz parece ir acusando cierto desgaste después de que el retorno de Sánchez les dieran un respiro. El último barómetro, de hecho, constata una caída de 1,1 puntos en intención de voto, quedando en el 23,1%. Es por ello que les conminó a que asuntos como la igualdad salarial -para la que ultiman una proposición que incluirá sanciones a las empresas que paguen menos a las mujeres que a los hombres- o la derogación parcial de la reforma laboral sean prioritarios del Grupo Parlamentario Socialista, además de las primeras en presentarse.

Otras propuestas que el PSOE a trasladará al Congreso serán el apoyo e impulso de la iniciativa legislativa popular de renta mínima presentada por los sindicatos, derogar la Ley Mordaza, la búsqueda de un nuevo consenso en pensiones en el marco del Pacto de Toledo, inversiones por valor de 200 millones de euros destinadas a la lucha contra la violencia de género o la modificación de la Ley de Memoria Histórica para que el Estado sufrague los costes de exhumar e identificar a las víctimas aún enterradas en fosas comunes.

“Frente a un Gobierno vacío de ideas y la guerra fría entre las dos derechas, la propuesta del PSOE para este periodo de sesiones es hacer país. Con rigurosidad y propuestas socialdemócratas”, concluyó Sánchez ante sus parlamentarios, con los que se ha reunido a puerta cerrada tras volver a la primera plana política. - E.P./Efe