BARCELONA - En los últimos días el PP ha presionado duramente a Inés Arrimadas para que presente su candidatura a la Generalitat ante el bloqueo producido tras el aplazamiento de la investidura y las tensiones entre los soberanistas. La respuesta ha sido siempre negativa. Ayer, fue el PSOE quien se sumó a dicha petición asegurando que apoyaría en la votación en el Parlament a la líder de Ciudadanos en Catalunya. Sin embargo, Arrimadas volvió a rechazarlo, consciente de que no dan los números y de que solo se lograría “unir al independentismo y quién sabe si a Podemos en el camino”.

De esta manera, la dirigente de Ciudadanos respondía a las palabras del portavoz del PSOE, Óscar Puente, que ayer por la mañana le pedía que intente la investidura en el caso de que los independentistas no propongan candidato, aunque no tenga visos de prosperar. “Si esto sigue así, por lo menos para mostrar que hay una alternativa, aunque no tenga posibilidades reales de prosperar, puede que no fuera una mala solución”, dijo Puente en una entrevista en RNE.

Inés Arrimadas trasladó posteriormente su rechazo a esta opción y reprochó a socialistas y populares que presionen a Ciudadanos “en un momento en el que el constitucionalismo tiene que estar unido”. En ese sentido, les pidió “autocrítica” en su gestión de la situación política catalana y les recordó sus malos resultados el pasado 21-D, cuando el PP liderado por Xavier García Albiol sufrió una debacle electoral y el PSC no alcanzó en absoluto sus expectativas.

Finalmente, Arrimadas criticó que “el PSOE y el PSC dicen cosas absolutamente contradictorias”, ya que mientras la formación catalana reconoce que no hay votos para investir a Arrimadas, desde Ferraz se han sumado a la presión del PP.