BARCELONA - Los partidos de izquierdas del Parlament no las tenían todas consigo de cara al pleno de investidura convocado ayer. La posibilidad de que se forzara la votación a distancia del candidato Carles Puigdemont, prohibida expresamente por el Tribunal Constitucional, llevó al PSC a advertir de que pediría su suspensión si se seguía adelante con este pulso. Los comunes, aunque garantizaron su participación en el pleno, se mostraron asimismo en contra de una investidura telemática. Por este motivo, ambas formaciones aplaudieron la decisión del presidente de la Cámara, Roger Torrent, de aplazar la sesión, al tiempo que exigieron a Puigdemont que dé un paso al lado y que se proponga a un candidato a president con garantías.

“Creemos que ha sido una decisión sólida y Torrent ha demostrado una solidez enorme en la defensa de la institución y su dignidad”, aseguró el líder de Catalunya en Comú-Podem, Xavier Domènech. En una rueda de prensa en el Parlament, reclamó además “construir una candidatura efectiva y viable” para recuperar el autogobierno porque la del president cesado no lo es, opinó. “El dilema no es Puigdemont o Puigdemont”, agregó, sino si se mantiene la intervención de las instituciones catalanas o se supera la aplicación del artículo 155, opción esta última que debe ser para los soberanistas “la absoluta prioridad del país”.

Para lograr este objetivo, abogó por superar la candidatura de Puigdemont, que cuestionó más allá del “debate sobre sus derechos” aducido por Torrent para aplazar la sesión plenaria. Domènech alegó que las instituciones del autogobierno, que llamó a recuperar y preservar, están en Catalunya, por lo que “no se puede gobernar desde Bruselas”. “La prioridad es salir de esta situación, y se debe construir una salida efectiva y viable” para lograrlo, insistió. Calificó por último de “especialmente graves” estrategias como la de “presionar con un: o Puigdemont o celebrar nuevas elecciones”. En cuanto al PSC, la decisión de aplazar el pleno no fue suficiente para esta formación y, minutos antes de que Roger Torrent la hiciera efectiva, registró un escrito en el que se reclamó la suspensión definitiva de la sesión de investidura, al “no cumplirse las condiciones establecidas por el TC” para su celebración. Los socialistas también exigieron la apertura de una nueva ronda de consultas con los grupos parlamentarios para analizar la situación.

En una comparecencia, el líder del PSC, Miquel Iceta, que firmaba el escrito de su partido junto a la portavoz Eva Granados, dijo respetar la decisión de Torrent y aseguró que es “un buen síntoma” de cara a cumplir la ley y respetar las resoluciones judiciales. En todo caso, insistió en que se debe “respetar la legalidad, formar un gobierno estable y no elegir a personas que no puedan desarrollar con plenitud sus funciones de gobierno”. Explicó por ello que su formación no contempla que mantener la candidatura de Puigdemont a la Presidencia del Govern sea una buena opción.

Interés del país “Independientemente de cuestiones jurídicas, no se puede confiar la más alta magistratura del país a una persona que no está en Catalunya y que puede ver limitada su capacidad de actuar por cuestiones judiciales”, dijo Iceta. Añadió que “cuando un político considera que su capacidad de actuar está limitada, debe dar un paso al lado. Esperamos que en algún momento se produzca esta decisión por parte de Puigdemont o los grupos parlamentarios que le han dado apoyo”.

Concluyó su intervención señalando que, “sea cual sea la decisión final del TC, pensamos que el movimiento independentista haría bien en reflexionar si se pone por delante el interés del país y las instituciones, la necesidad de levantar el 155, de tener un presidente capaz de gobernar y de desbloquear la situación política catalana”.