vitoria - Carles Puigdemont continúa barajando sus opciones de cara a la investidura que tendrá lugar los últimos días de enero. Si esta semana casi cerró la posibilidad de regresar alegando que es más útil desde Bélgica que desde prisión, ayer su abogado volvió a reabrir la opción de una vuelta a Catalunya para presentarse en el Parlament y revalidar su cargo. “No ha descartado en ningún momento presentarse, consciente de los riesgos que asume, y someterse a la investidura presencialmente”, aseguró el letrado Jaume Alonso-Cuevillas.

En declaraciones al canal 24 horas de TV3, Alonso-Cuevillas reveló que el president destituido contempla ahora mismo todos los escenarios de cara a la investidura, aunque todavía no ha tomado ninguna decisión. El pasado viernes, Puigdemont defendía que es viable gobernar a distancia desde Bruselas, pero ahora deja abierta la puerta a regresar. Una de sus opciones es alegar inmunidad parlamentaria para evitar su detención y posterior encarcelamiento.

Por otra parte, el letrado expresó sus dudas acerca del viaje que Puigdemont realizará mañana a Dinamarca para pronunciar una conferencia sobre el conflicto catalán. Alonso-Cuevillas cree que el desplazamiento no está exento de riesgos y apunta a que incluso podría no viajar finalmente. “Tengo elementos sólidos para creer que Dinamarca no concedería una extradición, pero estamos valorando los tempos porque mientras se tramita una orden de detención podría coincidir con la investidura y Puigdemont no podría decidir libremente si quiere volver o no”, argumentó.

Mientras tanto, en Esquerra cada vez muestran más dudas sobre cómo proceder con la investidura. Los republicanos se han comprometido con JuntsxCat a respaldar a Carles Puigdemont pero, si su elección se muestra finalmente inviable, apuestan por presentar otro candidato antes que repetir elecciones, ya que consideran que la prioridad es hacer valer la mayoría independentista y formar un Govern cuanto antes. En esa línea se expreso el diputado de ERC Ernest Maragall, que afirmó que se deben calcular los “costes y beneficios” de presentar a Puigdemont, ya que “el país está por encima de cualquier persona”.

En una entrevista con Catalunya Ràdio, Maragall dijo que si la obcecación con investir al president cesado lleva finalmente a un “bloqueo institucional”, no será “una buena decisión”. A su juicio, la obligación de los diputados independentistas es “recuperar” el Parlament y el Govern para que sean un reflejo de la “voluntad democrática” expresada en la consulta del 1-O y en las elecciones del 21-D. “Es lo que el país nos exige, y no nos perdonaría que no lo hiciésemos y que nos enredásemos de nuevo en el círculo vicioso de represión, amenaza, represión, judicialización y encarcelamiento. Con esto no hacemos un servicio a nadie. No necesitamos mártires, necesitamos un país en pie y una sociedad activa y comprometida con el proyecto republicano”, argumentó el diputado.

Un mensaje similar trasladó también ayer el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, que, aunque aseguró que el principal objetivo es restituir el anterior Govern, se mostró favorable a contemplar “todas las posibilidades”, incluyendo una investidura sin Puigdemont.

mesura ante todo Finalmente, el nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, expresó ayer que, en su mandato al frente de la Mesa y a pocos días del debate de investidura, procurará aplicar “mesura en cada paso” que dé para intentar que al final el resultado de la elección del nuevo president “sea positivo”. Torrent aseguró además que tiene una “obligación moral como segunda autoridad del país” de defender “los derechos políticos de participación política” de los diputados que no puedan acudir al pleno, en referencia a los encarcelados Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn.