barcelona - Tras la constitución del Parlament se abre ahora un plazo de 10 días hábiles en los que el presidente de la cámara Roger Torrent abrirá consultas con los grupos parlamentarios para proponer un candidato o candidata para ser investido presidente o presidenta de la Generalitat. El pleno de investidura debe convocarse a más tardar el 31 de enero. El pleno constituyente de ayer sirvió de ensayo a Junts per Catalunya (JxCat) para tantear y limar el de investidura al que pretende llevar como candidato a Carles Puigdemont. Su candidatura y ERC cerraron este martes un acuerdo para apoyarle y convertirle de nuevo en president del Govern, aunque a la luz de sus manifestaciones los republicanos no tienen claro que vayan a secundar la opción de una investidura telemática. Su renuncia a la unilateralidad, sus apelaciones al realismo y el discurso institucional y pragmático del presidente del Parlament, Roger Torrent, de ERC, en el que no hizo ni una sola mención a la república catalana o a la independencia, auguran un desencuentro entre ambas formaciones.

Las palabras de Elsa Artadi ayer apuntan en esa dirección y advierten a los republicanos de que “no entenderían” que Esquerra no apoyara ahora a Puigdemont como president de la Generalitat. En una rueda de prensa en el Parlament después de la sesión constitutiva, la que fuera directora de campaña de Puigdemont y ahora diputada de JxCat recordó al partido liderado por Oriol Junqueras su compromiso confeso “a favor de la restitución de la instituciones catalanas”.

Pese al informe contrario de los letrados del Parlament a una investidura a distancia, Artadi remarcó que quien debe aplicar el reglamento es la nueva Mesa presidida por el republicano Roger Torrent, en el que tiene “confianza plena, o sino debe hacerlo el pleno, que es soberano”. Los letrados de la Cámara catalana han rechazado la vía telemática al entender que el candidato a president debería estar presente durante la sesión, que exige su participación “directa y personal”. La formación de Puigdemont se ha quedado sola con esta petición, que ni siquiera es bien vista por PDeCAT, el partido matriz de la lista electoral de Puigdemont. Esquerra no apoya esa vía y aguardaba el informe definitivo de los letrados para posicionarse. Por su parte, el presidente Rajoy ha sido rotundo en su negativa a esa posibilidad y ha anunciado que llevará al Tribunal Constitucional un eventual investidura no presencial de Puigdemont.

En cualquier caso, JxCat sigue manteniendo esta opción y ayer mismo la diputada electa Aurora Madaula afirmó que investirán como president a Puigdemont “siguiendo la normativa” de la Cámara catalana porque “se puede”. En la misma línea argumental que Artadi, señaló que “los letrados del Parlament son asesores que no tienen capacidad de legislar políticamente y eso corresponde a la Mesa como al Parlament, que es el órgano legislativo”.

El Gobierno español y el bloque constitucionalista consideran que se trata de una maniobra “propagandística” de Puigdemont que llevará hasta el último instante, antes de activar el plan B y evitar así una repetición de elecciones. Este es un escenario que quiere evitar a toda costa el independentismo catalán en general y JxCat en particular, debido sobre todo al buen momento de forma de Ciudadanos y a la dificultad de que la lista de Puigdemont pudiera repetir unas resultados como los que obtuvo en las urnas el 21-D. Entre los nombres que suenan para sustituirle están la propia Artadi y Eduard Pujol, director de la radio pública Rac1 durante cinco años.

El Parlament catalán tiene dos meses para elegir presidente de la Generalitat. Si no lo logra, la Cámara se disuelve automáticamente y se convocan elecciones de forma inmediata. Los comicios se celebrarían 54 días después de la convocatoria. Sería una situación insólita. No ha ocurrido nunca desde el restablecimiendo del Parlamento catalán en 1980.