barcelona - La Diputación Permanente del Parlament, el órgano transitorio que ejerce las funciones de la Cámara catalana a la espera de que se conforme una nueva tras las elecciones, acordó ayer presentar un recurso contra el artículo 155 en el Tribunal Constitucional. El dato más significativo llegó de la mano de los grupos firmantes. Los soberanistas de Junts pel Sí (ahora separados en JxCat y ERC) lograron el respaldo de Sí que es Pot, en un momento en que el independentismo suspira por ensanchar su base social atrayendo a los comunes y a Podemos para pedir un referéndum pactado a Rajoy. El voto de Sí que es Pot permitió a los soberanistas sacar adelante su propuesta a pesar de la abstención de la CUP. Con once votos a favor, superaron el rechazo de los siete escaños de Ciudadanos, PSC y PP. La Diputación Permanente realizó esta votación con el reparto de escaños de la anterior legislatura, y no con los nuevos resultados del 21 de diciembre.
En puridad, no ha cambiado nada porque el rechazo de Podemos a la suspensión de la autonomía catalana y el cese del Govern ya era conocido. Sin embargo, sí podía existir cierto recelo a la hora de sumar con los soberanistas en una iniciativa conjunta que podría pasarles factura en Madrid. Hace unas semanas, En Comú Podem enfadaba al PDeCAT y ERC en el Congreso de los Diputados presentando su propio recurso.
Los recursos van a permitir que se siente jurisprudencia sobre este asunto. La Constitución no concreta el alcance del artículo 155 y deja manos libres al Gobierno español para que tome las medidas necesarias siempre y cuando tenga el aval de la mayoría absoluta del Senado. El TC decidirá si Rajoy ha aplicado de manera abusiva el 155. La propuesta partió de JxSí, y salió adelante con los votos a favor de Sí que es Pot. La CUP quiso desmarcarse para no reconocer la “autoridad y competencia” del tribunal español. La CUP contaba con un solo representante, Gabriela Serra, porque no quiso nombrar a un sucesor para Eulàlia Reguant cuando dejó su escaño.
los argumentos Lluís Corominas, de JxSí, criticó que el Gobierno español disolviera el Parlament y cesara al Govern “mediante una interpretación excesiva” y un “abuso” de dicho artículo. Se apoyó en los argumentos del Consejo de Garantías Estatutarias que, en su dictamen no vinculante de octubre, no avaló que se usara el 155 para cesar a Puigdemont, censurar la actividad del Parlament e intervenir áreas de gestión del territorio.
Marta Ribas, de Sí que es Pot, coincidió en que “se han sobrepasado límites democráticos, constitucionales y legales”, aunque recordó que su grupo también se opuso a la independencia unilateral. C’s, por el contrario, criticó por boca de Carlos Carrizosa que este recurso “abusa de la mayoría del Parlament saliente, muy distinta del nuevo que entrará”, aunque en realidad el soberanismo ha vuelto a conseguir una mayoría absoluta. El socialista Miquel Iceta justificó el 155 en que “no había otra manera de parar el proceso”, mientras el PP quiso anotarse un punto asegurando que el recurso supone una “aceptación implícita de la legitimidad del TC”.