Bruselas - Le Soir, De Standaard, Het Laatste Nieuws y Het Nieuwsblad, los principales diarios belgas publicados en Bruselas, recogían a primera hora de la tarde de ayer en sus respectivas portadas de internet la histórica marcha que discurrió por el corazón de la capital y que movilizó a cerca de 45.000 personas, destacando el gran apoyo que recibió Carles Puigdemont en su exilio y sus continuas alusiones al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Asimismo, hacían referencia al respaldo que los independentistas recogieron de la Nueva Alianza Flamenca N-VA.

Procesión en Bruselas para mostrar apoyo a Puigdemont, Puigdemont llama a Europa a mostrar coraje o la interpelación del líder de Junts per Catalunya a Juncker preguntándole si alguna vez había visto tantos criminales bajo su despacho fueron algunos de los titulares empleados para remarcar una jornada que no se recordaba en Bruselas, pese a que suele ser habitual que haya reivindicaciones sociales y políticas cotidianamente. Por su parte, los parlamentarios del N-VA afirmaban que “hoy todos somos catalanes”. “¿Por qué los catalanes no pueden decidir por sí mismos su futuro político? Esta pregunta es casi tabú en las instituciones europeas”, decían.

Más allá de los 200 autocares y cinco vuelos charters contratados por los organizadores, mucha gente se desplazó en vuelos regulares, vehículo privado y tren, algunos para disfrutar del puente festivo y muchos otros solo para unas horas, dado que las plazas hoteleras para estos días en Bruselas estaban prácticamente agotadas, según el organismo turístico Visit Brussels. Curiosamente, la manifestación fue también un balón de oxígeno para la malograda hostelería belga, que se recupera aún de la caída libre provocada por el terrorismo, con una ocupación histórica en estas fechas y con casi la totalidad de sus 18.000 plazas ocupadas. La población flamenca simpatizante de la causa alojó a unos 2.000 participantes. En el centro de la capital belga algunos comerciantes vieron sorprendidos cómo se les agotaban las prendas del amarillo tan demandado por los manifestantes, de todas las edades, incluidas muchas familias que acudieron con niños e incluso con sus mascotas. En paralelo a la marcha se celebraron castellers, recitales de poesía y otros actos culturales que culminaron la jornada catalana en Bruselas. - I.S.M.