vitoria - La Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco se adentrará hoy en su fase decisiva. Los grupos fijarán el método y el calendario de los trabajos, quizás tomando como inspiración el modelo de la Ponencia sobre Memoria y Convivencia. De ese modo, los partidos articularían los trabajos en varios capítulos para tejer consensos punto por punto. Se perfilan ya como puntos a debatir el concepto de nación, el blindaje de las competencias, la bilateralidad, el principio democrático y el derecho a decidir, el principio de legalidad, el traspaso de las competencias pendientes, y los derechos sociales que quiere introducir Elkarrekin Podemos. A partir de ahí, los grupos tendrían que decidir por dónde empezar y en qué plazos cerrar las bases del nuevo estatus. En esta ponencia, al contrario de lo que sucede con la de memoria y convivencia, todos los grupos están presentes, incluido el PP.

En un primer momento, antes del verano, el planteamiento del PNV consistía en culminar el debate de las bases en cuatro meses, en diciembre. Sin embargo, ese cálculo implicaba que Elkarrekin Podemos hubiera registrado su propuesta antes del parón parlamentario del verano. La coalición de izquierdas, no obstante, apuró el plazo hasta el arranque del curso político en otoño para rumiar su documento y elaborar una propuesta lo más detallada posible. Ese factor va a implicar que el debate de las bases se alargue como mínimo hasta febrero.

Después se encargaría la redacción del articulado a un órgano que puede ser parlamentario, o bien externo (un grupo de juristas o una entidad de expertos). El articulado tendría que estar listo en ocho meses. Ese texto se tramitaría como proposición de ley en el Parlamento Vasco, se negociarían las enmiendas y se aprobaría en pleno. El siguiente paso, a juicio del PNV, debería ser una consulta habilitante entre los vascos para reflejar el respaldo social a la propuesta y acudir con una posición de fuerza al Congreso de los Diputados. Se trataría de evitar que Madrid cepillara la iniciativa o la rechazara sin entrar a negociar, como sucedió con el Nuevo Estatuto Político de Ibarretxe. La consulta habilitante no la comparte el PSE, aunque los dos socios de gobierno se dieron libertad en su pacto para defender sus propios criterios en materia de autogobierno. - DNA