madrid - La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó ayer a la Generalitat de “sembrar división” entre la sociedad con el referéndum del 1-O, al tiempo que reiteró la voluntad de diálogo del Ejecutivo español siempre que este se enclave dentro de la ley. Sáenz de Santamaría respondió en estos términos al ser preguntada por el portavoz del PNV, Jokin Bildarratz, sobre qué piensa hacer el Ejecutivo español para cambiar su “negativa actuación” en Catalunya y, “desde el diálogo”, buscar una solución pactada. “Dentro del marco de la ley todo es posible. Fuera sólo existe la imposición, como hemos visto al inicio de la sesión”, afirmó la vicepresidenta aludiendo a que varios diputados de ERC y el PDeCAT se levantaran de sus escaños exhibiendo banderolas para protestar por las actuaciones contra la libertad de expresión en Catalunya. El portavoz jeltzale emplazó al Gobierno español a “buscar el diálogo, la negociación y un acuerdo que se refrende” para zanjar “una de las mayores crisis de Estado”. Sáenz de Santamaría afirmó que, “cuando uno gobierna para todos los demás, lo que tiene que hacer es no sembrar división”. “Y mire lo que ha traído la Generalitat al conjunto de los catalanes”, apostilló. “El problema es lo que pide y cómo lo pide, o, mejor dicho, cómo lo impone”, abuncó sobre la consulta soberanista. - DNA
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