barcelona - El Parlament de Catalunya aprobó ayer la de la reforma de su Feglamento con los votos del bloque soberanista formado por Junts pel Sí y CUP. Dar luz verde a esa modificación permite que el Govern de Puigdemont dé un paso de gigante para desconectarse del Estado permitiendo hacer efectiva la ley de referéndum -que se prevé que sea registrada junto a la ley de transitoriedad jurídica mañana o el próximo lunes- gracias a la figura de la lectura única por la vía rápida en septiembre. Es decir, por un método simplificado que acorta los trámites parlamentarios para poder llegar, aunque sea sobre la bocina, a poner urnas el 1-O. El procés adquiere así velocidad de crucero.

La maratoniana jornada del Parlament arrancó con preguntas hacia el president Puigdemont por la última remodelación de su Govern, si bien el momento estelar llegó con el debate sobre la reforma del funcionamiento de la Cámara catalana. El toma y daca de los portavoces fue bronco por momentos, si bien el bloque soberanista de JxSí y la CUP tumbó las larga lista de enmiendas presentadas por PPC, PSC y Ciutadans. Por consiguiente el texto que modifica la normativa parlamentaria salió adelante y el Govern ya tiene en su mano la herramienta que necesitaba para imprimir mayor velocidad al procés. Es decir, podría aprobar dos normas básicas para romper amarras con el Estado como la ley del referéndum y la de transitoriedad jurídica sin dar margen de maniobra a la oposición: no tendrán capacidad de enmendarlo ni apenas de debatirlo. La ganancia además es doble, ya que por otro lado dificulta que el Gobierno español active más medidas de choque de las que ya están estableciendo.

Como era de esperar, 72 diputados (JxSíy CUP) pulsaron el botón verde y otros 63 (Cs, PSC, PPC y CSQP) presionaron el rojo. Sobre el Parlament sobrevoló el dictamen del Consell de Garantíes Estatutaries, que puso pegas a la reforma del Reglamento parlamentario. Cada partido se agarró a diferentes extractos para hacer suyas las órdenes del órgano consultivo de la Generalitat. Roger Torrent, de JxSí, afirmó que la modificación es “perfectamente constitucional y perfectamente estatutaria”, y que esa misma modalidad ya se ha aplicado en el pasado en el Congreso. La CUP, por su parte, instó a desbordar la ley para adoptar el derecho de autodeterminación; mientras que CSQP se mantuvo nuevamente entre dos aguas. No ve con el referéndum con malos ojos, aunque tenga “déficits democráticos” por no ser ni “garantista” ni “inclusivo”. C’s y PPC fueron quienes con mayor vehemencia criticaron la “cacicada”, que “amordaza” a la oposición. El PSC, por último, criticó el “atropello” a los derechos parlamentarios.

La sesión plenaria arrancó con un intenso debate por los cambios introducidos por Puigdemont en su gabinete, si bien pronto mutó en la defensa o el ataque al referéndum. El president también censuró que el Gobierno de Rajoy pueda cortar el grifo de la financiación del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), denunció el “show” de la Guardia Civil entrando en la Generalitat y el Parlament por el caso 3% y respondió las críticas por la supuesta corrupción en tiempos de Artur Mas.