gasteiz - Pedro Sánchez vino ayer a Euskadi con la intención de llevarse de vuelta a Ferraz el apoyo del PNV y del lehendakari, Iñigo Urkullu, a su propósito de impulsar un nuevo modelo territorial de Estado y se marchó con ese aval por parte de Iñigo Urkullu y de la formación jeltzale. En un encuentro celebrado en Lehendakaritza enel que también participaron Andoni Ortuzar e Idoia Mendia, el presidente del Ejecutivo vasco y los dirigentes socialistas y jeltzale coincidieron en la necesidad de abordar una reflexión compartida sobre el modelo de Estado que fructifique en una nueva estructura territorial en la que Euskadi y las otras naciones tengan un encaje adecuado y actualizado.
Los dirigentes socialistas pusieron sobre la mesa su propuesta de reforma constitucional que Pedro Sánchez pretende encarrilarla a través de una subcomisión en el Congreso de los Diputados a partir de septiembre. El líder del PSOE no pidió expresamente que el PNV se sume a esa iniciativa, pero los jeltzales la miran con prudencia y siguen apostando por la disposición adicional primera que recoge y ampara los derechos forales históricos. No descartan la vía de la reforma de la Constitución y consideran que abre un debate necesario pero al mismo tiempo atisban complicaciones. Además, remiten el debate al ámbito de los grupos parlamentarios jeltzales en el Congreso y el Senado.
La reforma de la Carta Magna española requiere el apoyo de dos tercios de los diputados del Congreso, lo que deja su aprobación en manos del PP. Los populares han expresado por activa y por pasiva sus dudas sobre este tema y en cualquier caso, de apostar por la reforma, nada invita a pensar que se abrirá a profundizar en el desarrollo de la plurinacionalidad. Tampoco está clara la posición de Ciudadanos en este tema, e incluso la de algunos diputados socialistas que en el pasado se han mostrado contrarios a soltar cuerda a las nacionalidades históricas.
A este respecto, Sánchez señaló a los periodistas antes de entrar a la reunión con Urkullu que es “importante asentar, de una vez por todas, un modelo territorial que está siendo cuestionado por el secesionismo en Catalunya”, y que “se reconozca el carácter nacional de determinados territorios y singularmente del País Vasco”. Asimismo, explicó que iba a plantear al lehendakari y al PNV que los socialistas consideran que “dentro de España hay una nación que se llama el País Vasco y, por tanto, reconocemos esa plurinacionalidad de nuestro país”. “Defendemos una España unida donde se reconozca el carácter nacional de determinados territorios y singularmente del País Vasco”, indicó. Frente a esta posición, los jeltzales reclaman el reconocimiento específico de que Euskadi es una nación y también la aceptación del derecho a decidir, lo que le distancia de los socialistas.
Estas diferencias no ensombrecen la sintonía recuperada entre Sánchez y el PNV tras la ruptura el año pasado al no apoyar los cinco diputados jeltzales en el Congreso la candidatura del líder del PSOE a la presidencia del Gobierno español que finalmente recaló en Mariano Rajoy. La formación del Gobierno de coalición en Euskadi entre los partidos liderados por Mendia y Ortuzar a finales del año pasado ayudó a restablecer la relación que quedó apuntalada en el encuentro de ayer, que se prolongó durante casi dos horas, en un clima de cordialidad.
Sánchez valoró positivamente el gobierno de coalición en Lakua y reconoció el buen clima económico y político en Euskadi, según señalaron ambos partidos en un comunicado conjunto divulgado tras el encuentro. También hubo entendicimiento en la “necesidad de avanzar en el futuro político de Euskadi con la actualización y profundización del autogobierno”.
En este punto, durante el encuentro abordaron la cuestión de las competencias recogidas en el Estatuto de Gernika que están pendientes de transferir a Euskadi y especialmente la de Prisiones y la gestión económica de la Seguridad Social sin que se rompa la caja única de las pensiones (esta última está contemplada de esta forma en la disposición transitoria quinta del Estatuto vasco de autonomía).
Sánchez dio por amortizado los acuerdos presupuestarios y sobre el Cupo en Madrid entre el PP y el PNV y asume que los jeltzales seguirán en esta línea para tratar de arrancar nuevas competencias pendientes, inversiones en infraestructuras y todo lo que sea materializar la agenda vasca. En este sentido se comprometió a que el PSOE defenderá en Madrid los acuerdos sellados entre el PSE y el PNV que están recogidos en el programa de gobierno.
En el tema de la política penitenciaria, “en aras a la profundización en la normalización en la convivencia”, PSOE, jeltzales y Gobierno Vasco expusieron una posición común para que, “dentro del marco de las posibilidades legales vigentes, se aborde la cuestión de los presos, la política penitenciaria y la reinserción de un modo acorde a la nueva situación social”.
Durante la reunión hablaron también sobre la situación de los presos de ETA con enfermedades graves, del acercamiento a cárceles próximas, de la reinserción de los reclusos y de la progresión de grados y los beneficios penitenciarios. Coincidieron en que el final de la violencia de ETA, su reciente desarme y la aceptación por parte de los presos de la legalidad penitenciaria vigente hasta ahora vetada por los propios reclusos de la banda durante cuatro décadas abre un nuevo horizonte al que debería ajustarse la política penitenciaria.
críticas del pp Desde el PP, la secretaria general en la CAV, Amaya Fernández, acusó a Pedro Sánchez, de “poner en cuestión la Constitución, el Estatuto y la raíz foral del autogobierno vasco” al dar a Euskadi “consideración constitucional de nación”. Además, le acusó de pretender “contrarrestar el desdibujamiento del PSE y los efectos positivos de los acuerdos” alcanzados entre populares y PNV.
Para Fernández, “declarando a Euskadi como nación, el líder del PSOE pretende menospreciar los efectos positivos reales que los acuerdos entre el Partido Popular y el PNV están teniendo en la vida de los vascos y el papel de utilidad que está cobrando el PP vasco en estos acuerdos”. A su juicio, “chocarrerías” como las expresadas el líder socialista “llevan a la deconstrucción del proyecto de éxito compartido que representan Euskadi y España”.
En este sentido añadió que es un sinsentido que Sánchez “venga a Euskadi a ser más nacionalista que los nacionalistas, y suponemos que, a partir de mañana, se paseará por España como el más nacionalista de entre los nacionalistas”. Además se preguntó si en la calificación de Euskadi como nación “estan incluidos Navarra o el País Vasco francés”. “Como es seguro que no tiene respuesta razonada a estas preguntas, pensará que ya se le irán ocurriendo, remató Fernández.