madrid - El PSOE incorporó ayer a su ideario el concepto del Estado plurinacional que defiende su secretario general, Pedro Sánchez, y que hasta hace poco despertaba suspicacias en los sectores más centralistas del partido, liderados por la andaluza Susana Díaz y el extremeño Guillermo Fernández Vara. Sin embargo, ese concepto tendrá como límite y corsé la constatación de que solo existe una soberanía, la española, lo que deja el reconocimiento de las otras realidades nacionales en un plano cultural, sin espacio para el derecho a decidir. Es un matiz que el propio Sánchez recalcó en la campaña de las primarias, donde se impuso con claridad a Díaz y Patxi López y puntualizó que su apuesta por la nación de naciones no implicaba trocear la soberanía. La defensa del Estado plurinacional, por tanto, fue aprobada ayer tal y como la registró Sánchez y casi no encontró oposición, aunque al texto se le añadió un apéndice sobre la lealtad entre territorios. Las lecturas fueron diversas. Desde el socialismo catalán aplaudieron la enmienda porque supone avanzar en el reconocimiento de las naciones que cohabitan en el Estado, con todas las posibilidades que puede abrir para blindar las competencias en materia de lengua o educación; mientras que los sectores más centralistas pusieron el acento en que España no se rompe.

Los socialistas se reunieron ayer para iniciar su 39º Congreso Federal con la votación de las enmiendas a las ponencias política y económica. La ponencia de la Gestora que ha regido el PSOE en este periodo de interinidad no incluía la plurinacionalidad. Se introdujo ayer a través de una enmienda del equipo sanchista. El PSOE aprobó que “una reforma constitucional federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, debe perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución”. Ante las “tensiones identitarias basadas en supuestos agravios comparativos”, el PSOE reivindica que el federalismo, “con sus premisas de cooperación, colaboración, solidaridad y lealtad institucional e interterritorial, como se defiende en la Declaración de Granada, puede y debe ser la solución de una España orgullosa de su diversidad y comprometida con el autogobierno de las comunidades que la integran”. Antes de la votación, Vara dejó claro que no opondría resistencia. “Si se mantiene el compromiso por el que la soberanía reside en el pueblo y el compromiso de la indisoluble unidad de la nación española, y si se mantiene que España es plural y diversa, ¿dónde está el problema?”, se preguntó, para añadir que “la base fundamental es dónde está la soberanía y si está en juego o no la unidad de España”. Susana Díaz fue más lacónica. “Saben que defiendo que en este país la soberanía nacional reside en todos los españoles, y es lo que hemos defendido todos los socialistas en Granada y seguimos defendiendo”, dijo antes del debate.

Los 1.035 delegados se reunieron ayer para someter a votación este y otros puntos, y terminaron tumbando una enmienda que apostaba por suprimir la alusión al Estado plurinacional. Se da la circunstancia de que esa enmienda procedía de un delegado asturiano, el mismo territorio del líder de la Gestora, Javier Fernández. La enmienda asturiana obtuvo 41 votos a favor y 165 en contra. Con esa votación, el PSOE se quitó de encima uno de los debates que estaban tensionando en mayor medida su convivencia interna, aunque ahora le queda por delante desarrollar la letra pequeña de la propuesta. La alusión a la soberanía española cierra la puerta a que uno de sus territorios pueda asumir el derecho a decidir. En ese punto, Sánchez comparte discurso con Mariano Rajoy y le ha prometido lealtad contra el referéndum de independencia catalán. La posición del Gobierno español es que los catalanes no pueden decidir por todos los españoles sobre un asunto que afecta al conjunto del Estado. En cualquier caso, el PSOE sí recrimina a Rajoy su falta de diálogo y de ofertas alternativas a Catalunya. Es ahí donde emerge su apuesta por un Estado federal y una reforma de la Constitución que perfeccione el reconocimiento de las naciones que habitan en él.

La mención a la soberanía española ha contribuido a tranquilizar al susanismo. También ha supuesto un alivio para el entorno de la presidenta andaluza que Sánchez haya confiado al exlehendakari Patxi López la secretaría relacionada con el modelo federal. Será él quien se encargue de desarrollar la apuesta plurinacional. Además, Vara también tendrá presencia en el futuro del socialismo como responsable del Consejo de Política Federal, el órgano que reúne a los barones para abordar asuntos relativos a la cohesión territorial.

no a la gestación subrogada Más polémico fue el debate sobre la gestación subrogada, donde la división era absoluta en el partido. Finalmente, el PSOE rechazó que pueda regularse esta práctica, que consiste en implantar un embrión en el útero de otra mujer para que lo geste. En este terreno, Pedro Sánchez se ha mantenido totalmente alineado con los colectivos feministas, que han visto en esta práctica una forma más de explotación de la mujer y de considerar su cuerpo como un bien con el que se puede mercadear. En el otro lado de la balanza se encontraban quienes querían regular esta práctica o, al menos, debatirla. Ese era el caso de las juventudes socialistas, e incluso de rostros del PSE como José Antonio Pastor, Eneko Andueza, Rafaela Romero y Natalia Rojo.

La enmienda partidaria de abrir el debate fue rechazada por 175 votos en contra y 31 a favor. El documento aprobado, elaborado por el equipo de Sánchez, sostiene que “los vientres de alquiler suponen una mercantilización de las mujeres” y que “el Partido Socialista no puede abrazar ninguna práctica que pretenda socavar los derechos de mujeres ni de niñas ni apuntalar la feminización de la pobreza”. Colectivos como la asociación Clara Campoamor, o la plataforma No Somos Vasijas de Alicia Miyares habían pedido a Sánchez que no cediera.

El cónclave culminará hoy con la designación de la Ejecutiva de Sánchez (cuya composición se ha filtrado casi íntegramente en las últimas horas), y otros órganos del partido como el Comité Federal, que agrupa a unos 250 integrantes y que ayer comenzó a negociar el líder socialista con los responsables territoriales. El broche final lo pondrá Sánchez con un discurso rodeado de expectación porque se espera que aclare su posición sobre una futura moción de censura para desalojar a Rajoy del Gobierno español, y también sobre el reto catalán.