GASTEIZ. El incidente se ha producido durante el turno de respuesta de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, a una pregunta planteada por Rebeka Urbera (EH Bildu).

En concreto, Ubera ha reprochado a la consejera que haya ertzainas que se encargan de controlar las entradas al Parlamento Vasco que no cuentan con los conocimientos suficientes de euskera para dirigirse a los ciudadanos en esta lengua.

Esto ha provocado una queja por parte de alumnos y de profesores de la ESO de un instituto de Lekeitio, a los que los agentes pidieron que se expresaran en castellano para acceder a una vista a la Cámara de Vitoria.

"En el Parlamento Vasco se vulneran los derechos lingüísticos. Se está incumpliendo el plan del uso del euskera en la Ertzaintza", ha reprochado Ubera.

La consejera ha reconocido que existen dificultades para que todos los servicios de la Ertzaintza puedan ser bilingües, ha recordado que se está trabajando para que en cinco años la mitad de los agentes obtengan el título B1, pero ha precisado "que no siempre se alcanza el objetivo deseado en el tiempo deseado".

Beltrán de Heredia ha dicho entender que "alguien se sienta incómodo" si un ertzaina le pide que hable en castellano, pero ha pedido a los alumnos que pusieron la queja que "en la medida que puedan, intenten ponerse en lugar de ese ertzaina".

En este sentido, ha subrayado que cuando ETA cometía atentados, "no hace mucho tiempo", los agentes "no tuvieron la libertad de ir a un euskaltegi en sus horas libres"

"Habría que explicar a los más jóvenes de dónde venimos y lo mucho que estamos ganando con la paz. El esfuerzo que hace ahora un gran número de ertzainas porque no pudieron hacerlo entonces y explicarles también que poder incorporarse a la Ertzaintza puede ser una buena opción profesional", ha argumentado.

Estas afirmaciones han provocado comentarios en la bancada de EH Bildu. Urruzuno las ha tachado en euskera de vergonzosas (lotsagarria) en reiteradas ocasiones, lo que ha provocado varios avisos por parte de Tejeria para que guardase silencio.

Tras no conseguirlo la presidenta le ha conminado a abandonar el salón de plenos. Lo ha tenido que hacer varias veces hasta que el parlamentario ha dejado su escaño, no sin antes acercarse a la consejera de Seguridad para mostrarle su desacuerdo con sus afirmaciones y decirle que su respuesta "ha sido humillante para los euskaldunes".