gasteiz - En contraste con lo vivido este fin de semana en Bizkaia, con la dura pugna entre Raquel González y Nerea Llanos en su congreso provincial, aquí hay una lista única y muy poco ruido. ¿Está el partido en Álava tan tranquilo como parece desde fuera?

-La verdad es que el PP de Álava esta muy unido, se han formado equipos muy potentes y tenemos referencias importantes como Alfonso Alonso, Javier Maroto o Javier de Andrés que ocupan diferentes responsabilidades, pero todos forman parte del PP alavés, como quienes nos representan en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación alavesa, Leticia Comerón y Ana Morales. Creo que es el equipo más preparado posible.

¿Cuáles son las líneas generales que van a defender en la exposición de la ponencia económica el próximo sábado?

-Este congreso viene a consolidar al PP como un partido alavesista, la referencia para una mayoría social de alaveses, un partido muy implicado en la realidad social de Vitoria y de Álava, pero con el convencimiento de que tenemos que crecer. Debemos ganar músculo, y para ello queremos incorporar a independientes, profesionales, personas con distintas sensibilidades que quizá en otras elecciones han confiado en el PNV o el PSE. En ese sentido vamos a plantear en lo económico la necesidad de aprovechar la recuperación, queremos bajar los impuestos a las empresas y las familias en todos los tramos, y especialmente a las rentas medias y bajas. Y para consolidar la recuperación del empleo es necesario un acicate fiscal para hacer de Álava una provincia más atractiva. También queremos pelear por que Álava no siga siendo el patito feo, por cambiar una Ley de Aportaciones que nos perjudica ante vizcaínos y guipuzcoanos. Tenemos también un tejido productivo e industrial que apoyar, y por eso hay respaldar la iniciativa, a los emprendedores, frente a quienes al frente del Ayuntamiento y la Diputación, quizá del brazo de Bildu y Podemos, apuestan más por un modelo subsidiario, de ayudas. Son dos modelos distintos, tenemos que revisar el modelo de ayudas sociales, que no sean un efecto llamada, apostamos por que las ayudas estén ligadas a la formación y la cualificación.

¿Y en lo político?

-Políticamente tenemos que presentar al PP como el partido de centro de todos aquellos que apuestan por la moderación y la estabilidad, que se sienten alaveses con orgullo y lo compaginan con ser vascos y españoles. Debemos dejar claro que somos la alternativa al nacionalismo para aunar a una mayoría de alaveses que no quieren radicalismos.

Este es un territorio peculiar, el sufragio es muy variable. ¿Creen entonces que pueden ampliar su espectro social y elevar el porcentaje de voto al que han llegado hasta ahora? La última encuesta de EiTB Focus les auguraba una pérdida de votos.

-La encuesta venía ratificar otras encuestas que nosotros hemos realizado. El PP sigue siendo la primera fuerza en Vitoria y podemos ganar las elecciones en Álava. Hay gente que igual en las autonómicas votó al PNV pero cree que el PP es el partido que mejor defiende los intereses de los vitorianos y alaveses, y hay personas del PSE decepcionadas con la deriva actual, que creen que su opción en Álava es un PP centrado, moderado y abierto. Hay gente que nos dice que no votó a Maroto pero no estuvo de acuerdo con el pacto del PNV con Bildu y Podemos para echar a Maroto. Podemos aunar a toda esa gente que cree que el PP en los momentos en los que gobernó puso proyectos importantes en marcha. Vitoria era reconocida fuera y éramos noticia por ser la capital verde o gastronómica; ahora somos conocidos por el lío de los Pichis, por los okupas y por la bronca. Tenemos a un PNV alavés sin proyecto, que va demasiado del brazo de Bildu y Podemos y no conecta con una mayoría de vitorianos y alaveses. Por eso, más allá de las siglas el PP puede conformar un movimiento social.

La sintonía entre PP y PNV a nivel de Euskadi y el Estado a cuenta de los acuerdos presupuestarios no tiene traslación a Álava de momento. ¿Piensan buscar un acercamiento con los jeltzales?

-Hemos demostrado que tenemos capacidad para entendernos con el PNV, pero es mucho más difícil hacerlo en Vitoria con Urtaran porque es difícil entenderse con quien no quiere, y prefiere entenderse con Bildu y Podemos. Mañana (por hoy) se cumplen dos años del acuerdo para impedir que fuese alcalde Javier Maroto, la persona más votada por los vitorianos de la historia. Dos años después de ese pacto de perdedores hemos comprobado que no era en positivo, Vitoria se ha parado, no está aprovechando las oportunidades, y la Diputación tampoco aprovecha las oportunidades de crecimiento. El PP de Álava podría aportar muchísimo más, y estamos con la mano tendida para que en 2019 se respeten las mayorías, queremos cuajar complicidades para no volver a un pacto a la contra que dé el gobierno a quien perdió las elecciones.

Usted regresó al territorio como solución de urgencia tras el nombramiento de Javier de Andrés como delegado del Gobierno. ¿Si no se hubiera dado esa situación se habría presentado también? ¿Entraba en sus planes?

-No entraba en mis planes. Durante estos meses he pulsado la opinión de mis compañeros, he consultado si realmente consideraban que yo debía aceptar esta etapa en la presidencia y he sentido su apoyo, me han transmitido su compromiso y creo que vamos a conformar un buen equipo. Vamos a trabajar con mucha humildad, con diálogo, con la mano tendida a las demás fuerzas políticas. Todos los que llevamos a Vitoria y Álava en el corazón podemos ponernos de acuerdo en las cuestiones fundamentales. Eso nos hace compartir proyecto con mucha gente, sea o no del PP, y vamos a intentarlo.

¿En qué medida va a afectar su nuevo cargo a la tarea como senador o a su labor como secretario de Justicia, Derechos y Libertades Públicas en el PP nacional?

-Como ahora, todas las semanas estoy aquí. Voy a los plenos y comisiones del Senado pero inmediatamente me vengo a Vitoria. Creo que es compatible y además es importante llevar a la voz de Álava a otras instituciones. Es muy positivo que haya personas como Alfonso Alonso, que ha sido ministro, diputado y que ahora está en el Parlamento, y que tengamos a alguien como Javier Maroto, tan cerca del presidente del Gobierno, llevando el nombre de Vitoria y de Álava por todas partes. Se trata de que cada uno podamos desarrollar nuestro proyecto político desde donde nos corresponde, y ahora me toca aquí. Tenemos mucho peso en Vitoria y ahora el reto es crecer en los pueblos, yo me voy a recorrer cada uno de ellos porque necesitamos poder presentar equipos fuertes.

¿Da por iniciada entonces la carrera de las municipales y forales?

Tenemos dos años, pero las condiciones siguen siendo difíciles. El miedo no se evapora de la noche a la mañana, tenemos que convencer a la gente de que los pueblos no pueden estar en manos de los nacionalistas y de Bildu porque eso no representa a Álava. Necesitamos que quienes apuestan por la moderación den un paso al frente para que podamos tener listas en todos los pueblos de Álava.