BILBAO - En una nueva acción aparentemente coordinada que amenaza con convertirse en la tónica habitual, varias sedes de PNV, PSE y PP amanecieron ayer entre pintadas, esta vez a favor del preso de ETA Iñaki Bilbao, que se encuentra en huelga de hambre. Acusaciones de “carceleros”, “asesinos” o “fascistas” aparecieron en persianas y fachadas de cinco batzokis, tres casas del pueblo y un local de la formación popular en diversas localidades de Bizkaia y Gipuzkoa. Las tres fuerzas respondieron con comunicados que condenaron los ataques y los situaron en un marco ajeno al camino por la paz y la convivencia.
La realización de pintadas a favor de presos de la organización terrorista no es algo nuevo. El modus operandi de este último ataque, ejecutado de forma paralela en varios municipios, recuerda a otro producido en septiembre de 2016. Consignas a favor de la liberación de reclusos enfermos aparecieron en diferentes sedes de estos mismos tres partidos. De igual manera, los locales del PNV han sufrido acciones vandálicas similares en los últimos meses -algunas de ellas firmadas por Ernai- por su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado y a raíz de la polémica suscitada en el barrio gasteiztarra de Errekaleor.
En esta ocasión, el motivo de las consignas ha sido la situación de Iñaki Bilbao, en huelga de hambre desde el pasado 29 de mayo. Considerado como uno de los reclusos más violentos de la banda, fue expulsado del colectivo de presos precisamente por su negativa a recurrir a vías pacíficas. Protagonista de sonadas amenazas a jueces y condenado por el asesinato del concejal socialista Juan Priede, cumple su condena en la cárcel de Puerto III, en Cádiz, donde recientemente se le ha aplicado la primera fase del primer grado penitenciario, el más restrictivo de todos. El Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión denuncia la suspensión de sus comunicaciones y una estrategia del Estado español para “tensar la cuerda” de los presos que están al margen del EPPK.
RESPUESTAS A LOS ATAQUES Las sedes del PNV afectadas por el ataque fueron las de Lezama, Larrabetzu, Igorre, Portugalete y Tolosa. En un comunicado emitido por el Bizkai Buru Batzar (BBB), la formación calificó las pintadas como “radicalmente incompatibles con el uso exclusivo de las vías políticas y democráticas”. “Es necesario abandonar definitivamente este tipo de conductas, ya que no hacen más que minar el camino hacia la consecución definitiva de la paz y la convivencia”, instaron los jeltzales.
Las fachadas de las casas del pueblo de Santurtzi, Getxo y Lasarte-Oria sufrieron ataques similares. El alcalde de la localidad guipuzcoana, Jesús Zaballos, convocó para el lunes la Mesa de Convivencia en la que participan todos los grupos municipales. Los socialistas vizcaínos, por su parte, contextualizaron la acción en “los restos de la intolerancia y la agresión de aquellos que no saben utilizar otra cosa que el vandalismo y la amenaza y que se han quedado anclados en un pasado que no queremos que vuelva”.
El PP se encontró con pintadas que incluían una diana en la sede del barrio getxotarra de Areeta. En un tuit, la formación popular condenó la acción y anunció que trabajarán “para que un día se acaben las amenazas y presiones en nuestra tierra y la tolerancia nos permita disfrutar de una libertad plena”.