gasteiz - La labor de pedagogía sobre el Concierto Económico vasco se está convirtiendo en una tarea de nunca acabar. Tras haber sellado la paz con el presidente valenciano, el lehendakari tuvo que salir ayer al paso de unas declaraciones que vinieron por un flanco inesperado: el del president catalán, Carles Puigdemont. El líder del Govern aseguraba la semana pasada que “hay quien cobra por ser español, y hay quien paga por serlo”, en lo que parecía una alusión velada al acuerdo entre Mariano Rajoy y el PNV sobre el Cupo, el dinero que paga Euskadi a Madrid por las competencias no transferidas. El lehendakari tuvo que echar mano nuevamente del manual de argumentos para rechazar que el Concierto sea un privilegio. Respondió en Euskadi Irratia que las instituciones vascas no cobran del Estado, sino que se financian por su cuenta asumiendo un riesgo unilateral. El modelo vasco no está incardinado en el estatal y, por tanto, no le influye ni afecta a otras comunidades autónomas. “Los catalanes tuvieron en su mano el modelo del Concierto en la transición, pero los partidos catalanes de entonces no lo quisieron”, recordó. Urkullu dejó ver su contrariedad con el president. “Son piedras que lanza sobre su propio tejado, y ahí lo voy a dejar”, zanjó.

El PNV y la antigua Convergència mantienen una relación fluida, donde cada uno respeta la vía que ha asumido el otro para ensanchar su autogobierno. En el caso de Catalunya, avanza hacia la independencia. El propio Puigdemont asistió en noviembre a la toma de posesión de Urkullu, y se prevé que coincidan en el palco del estadio Vicente Calderón el día 27, durante la final de la Copa del Rey entre el Barça y el Alavés. El Concierto ya había generado alguna fricción entre ambas partes en el pasado, pero no de tanto nivel. Las declaraciones de Puigdemont, además, fueron cogidas al vuelo por portavoces de la izquierda abertzale y replicadas en Twitter. La alusión a “ser español” se prestaba a una segunda lectura sobre la apuesta de Urkullu por el pacto con el Estado, mientras Catalunya pide la independencia.

“Entiendo el malestar del resto de comunidades autónomas, pero no tiene nada que ver con nosotros. El Concierto no tiene relación con los problemas en materia financiera que España tiene con sus comunidades”, dijo Urkullu.