madrid - El anuncio de que ETA entregará las coordenadas con la ubicación de sus arsenales y de que en la tarde del 8 de abril dejará de ser una organización armada fue debatido ayer por primera vez en el Congreso. El portavoz socialista Antonio Hernando le preguntó al presidente del Gobierno español por esta cuestión y Mariano Rajoy avanzó que no tiene intención, al menos de momento, de entorpecer el proceso. “Si quiere desarmarse, nos parece bien, que lo haga ya sin más dilaciones”, sentenció Rajoy en mitad de una exposición que en sus demás aspectos no se desvió del habitual discurso del PP en torno a ETA.
Rajoy, entre los aplausos de la Cámara, aseguró que velará por “la plena deslegitimación de los terroristas y sus ideas para cerrar definitivamente una etapa que ha traído mucha muerte y sufrimiento”, y enfatizó que se hará recordando a las víctimas del terrorismo, “quienes más han sufrido a ETA”, informa Europa Press. Rajoy afirmó además que el Gobierno español no se ha movido de sus posiciones durante los últimos años, tanto con el PP como “antes”, que Francia respalda estas políticas, y que del inminente desarme no cabe esperar “ningún tipo de negociación”.
En todo caso, llegó la respuesta que esperaban tanto los actores implicados en el proceso del 8 de abril como el Gobierno Vasco. “Hasta ahora, el único desarme es el que han llevado a cabo las fuerzas de seguridad españolas y francesas. La mejor forma de hacerlo es que ETA diga dónde están las armas sin alterar su emplazamiento y contenido, y sin ningún tipo de negociación”, dijo el presidente, que de esta forma ponía sobre la mesa las mismas premisas que ya ha expuesto el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. El lehendakari se trasladó hace una semana a Madrid para poner al corriente a Rajoy del inminente anuncio del desarme y pedir su colaboración para que no se malogre.