BILBAO. La Batalla de Matxitxako fue el enfrentamiento naval más importante de la Guerra Civil ocurrido en aguas del mar Cantábrico. Se produjo el 5 de marzo de 1937 y enfrentó a las marinas de guerra del Gobierno vasco y del bando franquista, según ha recordado el Ejecutivo.
Gobierno vasco, Ayuntamiento de Bermeo y la Asociación Matxitxako han celebrado el Itxas Gudari Eguna con un acto conjunto de recuerdo y homenaje a las personas que perdieron la vida en la Batalla de Matxitxako, el mayor enfrentamiento naval de la Guerra Civil, ocurrido hace 80 años en aguas del Cantábrico.
El homenaje ha tenido lugar, como es habitual, junto a la escultura 'Matxitxakoko Guda', de Nestor Basterretxea, situado en la carretera entre Bermeo y Bakio, donde se ha realizado una ofrenda floral en su memoria, se ha interpretado una obra del grupo de danza vasca contemporánea 'Kukai', y se ha cantado el 'Boga, boga, Mariñela'.
En la cita han estado presentes, entre otras autoridades, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, Aintzane Ezenarro.
Además, han intervenido el portavoz del Gobierno y consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, la alcaldesa de Bermeo, Idurre Bideguren, y el presidente de la Asociación Matxitxako, Javier Olabeaga.
En su intervención, y con motivo de la próxima celebración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Josu Erkoreka ha hecho un reconocimiento explícito a todas las mujeres que participaron en la Guerra Civil y, en concreto, a las tres de las que el Gobierno vasco tiene constancia que formaron parte de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (Euzko Itsas Gudarostea): Paquita García, María Luisa Jiménez Alzaga y Miren Lenizbarrutia.
Erkoreka ha señalado que es de justicia reconocer a estas mujeres "de las que sabemos tan poco, pero que lucharon con valentía, igual que los hombres, para defender sus ideales y los derechos humanos que estaban siendo pisoteados por el ejército franquista".
"Un trabajo mucho más silencioso que el de sus compañeros de batalla, e injustamente silenciado por la sociedad de entonces", ha añadido el consejero.