BILBAO - Nada más renunciar a su asiento de diputado, Pedro Sánchez ya anunció en el Congreso de los Diputados su intención de coger el coche para visitar las agrupaciones socialistas de todo el país y perfilar así su candidatura a la secretaría general en el próximo congreso del PSOE, que aún no tiene fecha. Ayer, fuentes cercanas a Sánchez confirmaron que dará el pistoletazo de salida a su gira la próxima semana, con una visita a las sedes de varios municipios de la provincia de Valencia.

Su presencia está anunciada en la localidad de Xirivella, invitado por la agrupación socialista en el marco de unas jornadas sobre el futuro de la socialdemocracia, y podría acudir también a un encuentro con militantes en Sueca. Aunque el líder del PSOE valenciano, Ximo Puig, ha sido uno de los mayores críticos de Sánchez, éste cuenta con gran apoyo entre las bases de la provincia, que le han respaldado incluso con movilizaciones.

Así, Pedro Sánchez cumple con lo anunciado en el Congreso el pasado 29 de octubre y escenifica su pulso con la Gestora, que tiene intención de prolongar hasta el final. El antiguo secretario general quiere recorrer España “como un militante de base más” y preparar con los afiliados su candidatura a las próximas primarias. El alcalde de la localidad de Xirivella, el socialista Michel Montaner, defendió en declaraciones a Efe la presencia de Sánchez, ya que tienen que expresar sus ideas “tanto militantes como simpatizantes”.

Sánchez ha reclamado en numerosas ocasiones a la dirección provisional del PSOE que anuncie “fecha, hora y lugar” del congreso extraordinario que debe celebrar el partido para renovar sus órganos. Cree que, una vez celebrada la investidura de Rajoy, no debería demorarse más el cónclave. Las bases socialistas y algunas federaciones enfrentadas a la Gestora -como la vasca, la catalana o la castellanoleonesa- son el principal respaldo del antiguo líder dentro de la formación, aunque el estar alejado de los focos y haber perdido su escaño le está restando apoyos.

La Gestora es consciente de que a Sánchez no le conviene demorar los plazos y, por ello, se mantiene firme en su postura de no acelerar los trámites ni anunciar la fecha en la que se celebrará el congreso. Es más, algunas voces dentro de la dirección provisional incluso se han mostrado partidarias de retrasar el cónclave hasta mediados de 2017. Con todo esto, Sánchez tiene por delante un camino muy complicado para recuperar el liderazgo.