Ciudad del Vaticano - El Papa Francisco viaja hoy a Suecia, donde permanecerá solo hasta mañana por la mañana, para participar en la conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma de Martín Lutero, en una ceremonia que hasta hace pocos años habría sido imposible pero que también levanta recelos.

Francisco visitará Malmoe y Lund, la dos ciudades suecas donde la Federación Luterana Mundial ha organizado varios actos conjuntos para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma protestante, que se cumplen en 2017. “En los años ochenta nadie habría creído que los luteranos y los católicos habrían sido capaces de conmemorar en común los 500 años de la Reforma de Martín Lutero. Muchos lo habrían calificado de imposible”, aseguró el secretario general de la Federación Luterana Mundial, el reverendo chileno Martin Junge. El presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, destacó la importancia de este evento frente a las anteriores ceremonias de conmemoración de la Reforma, que eran “triunfalistas y polémicas por parte de ambos lados”.

Francisco no hará otra cosa que cumplir el deseo de Benedicto XVI, el papa emérito alemán, quien el 24 de enero de 2011 en su discurso al obispo luterano Friedrich y la delegación de la Iglesia Evangélica Luterana Unida de Alemania, expresó: “En 2017 los luteranos y los católicos tendrán la oportunidad de celebrar en todo el mundo una conmemoración ecuménica común, para luchar por las cuestiones fundamentales a nivel global”. Y así se producirá hoy cuando el Papa argentino llegue al aeropuerto de Malmoe. - Cristina Cabrejas