Es una suerte de voto en blanco, con la paradoja de que el lance lo añade al acervo popular uno de los actores políticos interesados en que los demás sí ejerzan el derecho a elegir, siempre, en todas y cada una de las convocatorias que puedan llegar a sucederse, una tras otra. Todas las señorías PSOE estarán presentes en el hemiciclo el día de autos, cada cual en su sitio, alguno un poquito más alejado de la arena del ruedo, en la cuarta fila, más cerca del gallinero en el que antes quisieron arrinconar a Podemos. Presentes, pero sin mover un dedo (ni sí ni no, sino todo lo contrario), así asumen lo que decidan los que sí votan.
A quienes formamos el censo nos afean a la mínima oportunidad que no participemos en el designio de nuestros representantes en el Congreso cada 4 años. Já. Los cuadros de Wikipedia figuran en blanco con fecha de 26 de junio de la presente XII Legislatura, vacío el cuadro de presidente electo y de partido. Todo ordenado desde Alejandro Lerroux y el 19 de noviembre de 1933, con la salvedad de 41 años desde Manuel Azaña hasta Adolfo Suárez.
Abstención técnica y limitada, justo la de 11 diputados. Es nuestra última oferta, no se hable más. ¿Aceptará Mariano Rajoy la maniobra técnica que llevará al país, por fin, a una investidura exitosa? ¡Y pensar que el PP podría añadir algún extra a cambio de permitir a los socialistas que se abstengan ante Mariano! Ah, cuán caros pueden resultar los virajes de rumbo, capitán, dios quiera que la comanda no sume a las tensiones intestinas las propias de un apoyo a los presupuestos y las de una estabilidad. Que me aspen si no son tácticas de guerra electoral que no se van a consentir, menos aún cuando la munición restante se guarda para el próximo Comité Federal y sucesivos.
Ahí vemos una vía de agua constitucional, con perdón. Lástima que a los padres de la criatura tampoco se les pasara por la cabeza el sufragio obligatorio todo el rato para aquellos a quienes sí, lo de ejercer el voto les va en el sueldo, hasta en las dietas. Ay, la militancia, tirándose de los pelos ante las normas del partido.
El PSOE se cose las heridas ahora que esto solo va de facilitar el gobierno del PP. Lo que diga el hombre que no mueve un dedo. Técnica también es abstención forzosa, parece que rebaja el grado de responsabilidad que unos pocos no voten por razones más allá de su voluntad. Hasta Ferraz y más allá, en términos generales.