gasteiz - El cabeza de lista alavés de EH Bildu al Congreso, Mikel Otero, compareció ayer en un acto junto a la portavoz de la formación en Gasteiz, Miren Larrion, un año después de las elecciones municipales en las que la coalición, junto con Podemos e Irabazi, facilitó la elección de Gorka Urtaran como alcalde para desalojar a Javier Maroto de la dirección del municipio.
Por ello, Larrion afirmó que “si hay un voto que no les gusta, ese es el voto a EH Bildu, porque es el único voto capaz de cambiar las cosas”. La portavoz abertzale en la capital alavesa afirmó que “el voto a EH Bildu vale doble porque vale para reforzar el cambio en Araba, en Gasteiz, en Iruñea, en Nafarroa. Sirve para que los que echamos no puedan volver. Para eso sirve el voto a EH Bildu”. La coalición, señaló, representa además “la garantía, la verdadera, la que tiene una eficacia probada para echar al PP y su régimen; y Rajoy y el PP son muy conscientes que no nos va a temblar el pulso para echarlos a ellos también”.
Con esa intención concurre a las elecciones Mikel Otero, que ayer hacía hincapié en las razones que motivaron el desalojo de Maroto pese a representar a la fuerza más votada en la ciudad, la polémica en torno a la inmigración que se alimentó desde el gobierno municipal. Tras escuchar el testimonio de una joven inmigrante sobre a lo sucedido hace un año, Otero recordó que también su padre llegó desde Galicia para trabajar en Euskadi. “Yo también soy fruto de esta diversidad”, dijo el candidato al Congreso, que dijo saber “lo difícil que es abrirse hueco” gracias a su padre, quien también le inculcó “una identidad de clase obrera a la que no voy a renunciar en mi vida”.
“A este pueblo ha venido mucha gente y no debemos olvidar que su sudor y su esfuerzo increíble nos han traído hasta aquí; y no olvidemos que mucha gente también se ha ido de Euskal Herria a lo largo de la historia y se sigue yendo, y que no es fácil dejar atrás tus orígenes”, añadió. Para Otero, “como pueblo tenemos toda nuestra dignidad en juego con este tema”.
Por otro lado, el cabeza de lista de la coalición a la Cámara Baja explicó cómo “las condiciones se están deteriorando, la crisis ha azotado a la industria especialmente y ha sacado a la luz que lo gobiernos no tienen una verdadera política industrial, que el Estado se está convirtiendo en un desierto industrial. En seis años -prosiguió-, en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa se han destruido más de 75.000 empleos industriales y han echado la persiana más de 2.000 empresa, y el trabajo que no se ha perdido se ha precarizado”.
Ante esta situación, afirmó, EH Bildu cuenta con un plan de emergencia industrial contrapuesto a “la receta de algunos, que es competir devaluando el trabajo y el salario, en lugar de buscar las vías de innovación, de poner el tejido productivo de este país mirando hacia el futuro”. - T.D. / Foto: A.L.