La Policía vasca opera en un territorio concreto y se nutre de personas del mismo, lo que provoca su fácil identificación. “Poco a poco empiezas a ver miradas, insultos, pintadas por todo el pueblo. Un día apareció el frontón con fotos mías y con una diana. Mi coche varias veces rayado con dianas, ruedas rajadas, pintadas, lanzamiento de cócteles [a mis vecinos]”, describe un agente jubilado.
Otro ertzaina aún en activo rememora que “esas amenazas comenzaron con llamadas de teléfono a tal punto que tuvimos que cambiar el número y quitarlo del listín. Empezaron también con algunos insultos a la hija en la calle, que si hija de cipayo... Ella venía a casa y bueno...”. La situación se vuelve más grave para otro agente en activo: “El comando Bizkaia estaba recopilando información sobre mí para pegarme un tiro. Yo me sentía más muerto que vivo en aquella época. Curiosamente, solo había una salida, píllalos antes de que te pillen a ti. Trabajábamos 24 horas al día y la única solución era desarticular a los comandos antes de que te pudieran dar”.
Algunos de los ertzainas entrevistados se han jubilado tras una baja por enfermedad como consecuencia de la violencia. Un agente que ya no presta servicio explica que “al principio aparecieron pintadas, lo típico, cipayo, hijo de puta... en las paredes de alrededor. No le di demasiada importancia. Luego me quemaron el coche. Me acuerdo porque mi padre murió en abril, yo heredé su coche y el 1 de mayo lo quemaron. Vinieron los bomberos, lo apagaron y ahí se quedó. Nadie vino a solidarizarse conmigo, ni una palabra”.
El representante de Aserfavite (Asociación de Ertzainas y Familiares Víctimas del Terrorismo) Txema Lanzagorta, presente ayer en la presentación del informe, agradeció el trato dado a los entrevistados, que dijo que están satisfechos con la experiencia. Sobre la necesidad de hilvanar un relato de lo ocurrido, la madre de un ertzaina asesinado afirma que “para mí es terrible cuando emiten las imágenes de mi hijo y hablan del atentado, no puedo verlo. Pero en el fondo creo que es una manera de hacer ver que eso ha ocurrido. Esto nos hace reflexionar”.