bilbao - Antes de celebrar las elecciones autonómicas, en principio previstas para octubre, el PNV quiere ir avanzando los trabajos sobre el nuevo estatus de autogobierno y sentar las bases con la izquierda abertzale y los socialistas. Sin embargo, se topa con dos grandes dificultades. Por un lado, PNV y EH Bildu tienen una discrepancia fundamental en torno a la apuesta por las vías legales y el acuerdo que defienden los jeltzales, o la ruptura unilateral que propone la izquierda abertzale. Por otro lado, el debate comienza a entrar de lleno en la contienda electoral, y los emplazamientos de EH Bildu a poner plazos y romper con el Estado se interpretan como un intento de incomodar al PNV, más que como aportaciones trabajadas y firmes. Después de que EH Bildu defendiera un Estatuto de Soberanía y acometer la vía unilateral ante el previsible portazo de Madrid, fuentes del PNV opinan que solo “vende humo” porque no ha puesto sobre la mesa el articulado, los objetivos o el procedimiento; y la propuesta no se correspondería con la que registró en su momento la izquierda abertzale en la ponencia parlamentaria.

El partido de Andoni Ortuzar comienza a molestarse ante el cambio de propuestas de EH Bildu. Según recuerdan, primero optó por la vía vasca, después registró una Ley de Consultas, y ahora plantea un Estatuto de Soberanía, propuestas que en esencia vienen a decir lo mismo porque optan por emprender el camino sin atender las prohibiciones del Estado, pero que comienzan a crear desconcierto en los jeltzales y se interpretan como un intento de llenar con titulares de prensa la ausencia de rumbo político claro. A juicio de los jeltzales, sacan a relucir esas propuestas “cuando se ven en apuros y ven que su falta de norte y de proyecto va a quedar en evidencia”. Peor aún que esa acumulación de propuestas sería que detrás de ellas “no hay nada”. A esa actitud contraponen la voluntad del PNV, que sería “el único” que se mueve, proponiendo reuniones a los partidos y acordar unas bases esta legislatura.

En las jornadas de autogobierno del miércoles, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, propuso alumbrar un Estatuto de Soberanía del que no ofreció detalles más allá de apostar por gestionar todas las competencias, un texto que debería presentarse en Madrid para intentar un acuerdo. Sin embargo, puso el foco en la segunda parte, la que verdaderamente importaría a la izquierda abertzale, que pasa por tener preparada una vía vasca de la mano de PNV, Podemos y Ezker Anitza ante el previsible veto de Madrid. Cabe recordar que en las últimas jornadas EH Bildu se había prestado a explorar la vía del acuerdo con el Estado, aunque Arnaldo Otegi ha defendido activar un proceso unilateral similar al catalán.

tiempo para acordar El PNV califica de “ocurrencia” la propuesta de Arraiz y cree que no tiene más que un nombre llamativo, ya que carece de “bases, articulado, objetivos y procedimiento”. “Es la enésima ocurrencia de la izquierda abertzale. Hemos perdido ya la cuenta de las que nos ha presentado a bombo y platillo. Propuestas que solo buscan el titular del día”, critican, para avisar de que “no se puede jugar al despiste con la ciudadanía a cambio de un titular de prensa”. “Siendo tan buena como dicen, ni siquiera la han insinuado en la ponencia”, añaden. A pesar de las dificultades, el PNV apuesta por mantener reuniones con los partidos para acordar unas bases. “Aún hay tiempo”, insisten a DNA.