Londres - El primer ministro británico, David Cameron, recibió ayer un nuevo apoyo a su campaña a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE, después de que casi 200 empresarios alertasen de que el Brexit amenaza la inversión y el empleo. Cuando faltan cuatro meses para el referéndum sobre la permanencia o salida del país del bloque europeo, consejeros delegados o presidentes de destacadas compañías salieron en defensa de Cameron y apostaron por quedarse en la Unión.
En una breve carta publicada en el periódico británico The Times, 198 empresarios manifestaron su respaldo a las reformas negociadas la semana pasada en Bruselas y recordaron la importancia de acceder a un mercado de 500 millones de personas. Entre los firmantes aparecen directivos de 36 compañías que cotizan en el índice principal de la Bolsa de Valores de Londres, aunque esa cantidad es inferior a las 50 inicialmente estimada, según destacaron ayer los medios locales. Entre las empresas firmantes aparecen la compañía de telecomunicaciones British Telecom (BT), el supermercado Asda, los grandes almacenes Marks & Spencer, el operador de telefonía móvil Vodafone, los bancos HSBC y Santander UK, además de los directivos de los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick.
Los empresarios afirman que “los negocios necesitan un acceso sin restricciones al mercado europeo de 500 millones de personas a fin de continuar creciendo, invirtiendo y creando empleos”. “Creemos que abandonar la UE puede frenar la inversión y amenazar empleos, arriesgaría la economía”, insisten los firmantes, entre los que figuran personas que han hecho donaciones al Partido Conservador del primer ministro británico.
Los empresarios subrayan que ellos emplean a cientos de miles de personas en el Reino Unido y consideran que tras las negociaciones en Bruselas, el país estará mejor en “una UE reformada” al haber conseguido un compromiso para reducir la carga de la regulación.
Cameron, muy comprometido en esta campaña a pesar de las visibles fisuras que este asunto ha causado en su formación, advirtió el lunes en el Parlamento de que una salida de la UE puede perjudicar a la gente trabajadora del Reino Unido “durante años”. En el mismo diario The Times, la secretaria general de la confederación sindical Trade Union Congress (TUC, siglas en inglés), Frances O’Grady, alertó en una carta publicada por separado que el Brexit amenaza los beneficios de los trabajadores. “Si el campo del Brexit consigue lo que quiere, muchos de los vitales beneficios del trabajo que la UE nos ha dado, como vacaciones pagadas, derechos adicionales por maternidad y mejores condiciones para los empleados a tiempo parcial, podrían ser recortados”, afirmó O’Grady.
Sin embargo, el fundador de la campaña Leave.UE, a favor de la salida, Richard Tice, criticó a Cameron por no tener experiencia empresarial y aseguró que el Brexit reducirá la carga reguladora y el coste para los negocios, algo que, añadió, “puede ser utilizado para invertir en más empleos”.
División en los ‘tories’ Aunque la campaña oficial para el referéndum del próximo 23 de junio aún no ha empezado, varios políticos conservadores ya han salido en defensa de una u otra posición. Más de cien diputados tories quieren dejar la UE, entre ellos cinco miembros del Gobierno, además del alcalde de Londres, Boris Johnson, mientras que la mayoría de los laboristas apoyará la permanencia, igual que el Partido Nacionalista Escocés (SNP), el galés Plaid Cymru y los Liberal Demócratas.
El acuerdo que cerró Cameron el viernes en Bruselas permitirá al Gobierno británico limitar las ayudas públicas a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido durante un periodo de cuatro años. También excluye al Reino Unido de cualquier medida destinada a forjar una mayor integración política con la Unión Europea y crea mecanismos para que los países externos a la eurozona fuercen un debate sobre leyes que consideran contrarias a sus intereses. El 10 % de las ayudas a trabajadores con bajos salarios en el Reino Unido son para ciudadanos europeos, que representan el 6% de la fuerza laboral, según cifras reveladas ayer en un informe económico del Gobierno británico que defiende el acuerdo alcanzado el viernes en Bruselas. El documento, titulado Lo mejor de ambos mundos: El estatus especial del Reino Unido en una Unión Europea reformada, indica que en el ejercicio 2013-2014 se invirtieron 2.500 millones de libras (3.200 millones de euros) en ayudas sociales a inmigrantes del Espacio Económico Europeo (EEE) -que incluye a Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein-.
El primer ministro, David Cameron, firma la introducción de un informe de 43 páginas en la que sostiene que “cada una de las familias, hogares, empresas, comunidades y naciones dentro del Reino Unido serán más fuertes, más seguros y mejores permaneciendo dentro de esta Unión Europea reformada”.
Según los datos elaborados por el Ministerio de Trabajo y Pensiones británico, cerca del 40% de los “inmigrantes recientes” provenientes de Europa viven en hogares en los que se recibe algún tipo de ayuda social.
Esas familias perciben una media de 6.000 libras anuales (7.680 euros) en ayudas fiscales, mientras que 8.000 de esos hogares reciben más de 10.000 libras (12.800 euros) al año en ese concepto.
El documento gubernamental defiende el “freno de emergencia” pactado entre Cameron y sus 27 socios comunitarios que permitirá a Londres negar cualquier ayuda a los inmigrantes europeos en un primer momento y aumentar gradualmente su derecho a recibir prestaciones durante un periodo de cuatro años. En el ejercicio 2013-2014, el Estado dedicó 700 millones de libras (900 millones de euros) para pagar subsidios de desempleo y ayudas a la vivienda a ciudadanos del Espacio Económico Europeo.
El volumen de esa partida se ha reducido, sin embargo, desde que en 2014 se limitaron los subsidios disponibles para inmigrantes desempleados.
Suponen el 6%. El 10% de las ayudas a trabajadores con bajos salarios en el Reino Unido son para ciudadanos europeos, que representan el 6% de la fuerza laboral.
‘Inmigrantes recientes’. Cerca del 40% de los inmigrantes recientes provenientes de Europa viven en hogares en los que se recibe algún tipo de ayuda social.
Ayudas. Estas familias perciben una media de 6.000 libras anuales (7.680 euros) en ayudas fiscales, mientras que 8.000 de esos hogares reciben más de 10.000 libras (12.800 euros) al año.
Gasto. En el ejercicio 2013-2014, el Estado dedicó 700 millones de libras (900 millones de euros) para pagar dichas ayudas.