- La Policía española protagonizó ayer una operación antiyihadista mediante la que detuvo a 7 presuntos integrantes de una célula que enviaba material logístico, sobre todo armas y utensilios para fabricar explosivos, a las principales organizaciones terroristas que operan en Irak y Siria. Contenedores que embarcaban en puertos del Estado, disimulados como ayuda humanitaria, servían para trasladar el armamento a Jahbat al Nusra y Daesh, dos de las bandas armadas que operan en Oriente Medio. El operativo para descabezar la célula se llevó a cabo bajo la dirección del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, y en coordinación con la Fiscalía.
Desarrollado en diferentes localidades de las provincias de Alicante y Valencia así como en la ciudad autónoma de Ceuta, la Policía Nacional detuvo a los presuntos activistas, a los que además les acusa de financiar las actividades de Jahbat al Nusra y Daesh, cometiendo además blanqueo de capitales. El Ministerio del Interior, por boca de su titular, Jorge Fernández Díaz, se felicitó por una operación que supone asestar un “golpe muy importante” al yihadismo en España. El objetivo de las Fuerzas de Seguridad del Estado fue cortar la financiación, el acceso a materiales, a equipos y al armamento que son “absolutamente indispensables” para el funcionamiento de las organizaciones terroristas en esas zonas de conflicto, que han incrementado sus necesidades de abastecimiento.
Cinco de los arrestados son españoles de origen sirio, jordano y marroquí, si bien también hay dos extranjeros residentes, de nacionalidades siria y marroquí. Las detenciones han sido practicadas en las localidades alicantinas de Crevillente, L’Alquería D’Ansar, Muro d’Alcoi, Alcoy y Alicante, así como en Onteniente (Valencia) y en Ceuta. Asimismo, se han efectuado doce entradas y registros en los domicilios de los detenidos, así como en los locales y naves donde desarrollaban sus negocios ilícitos, según ayer apuntaron fuentes del Ministerio del Interior.
Las pesquisas policiales que ayer desembocaron en las detenciones, no obstante, arrancaron hace dos años, cuando se comenzó a estrechar el cerco sobre el grupo de apoyo a las organizaciones yihadistas. Antes, sin embargo, habrían iniciado su actividad en varios países de Europa hasta asentarse de forma estable y definitiva en España. En lo que respecta al modus operandi, la Policía señala que un solo miembro ejercía de director del colectivo, “que había establecido un liderazgo permanente basado en la confianza, en intereses compartidos y en un ideario radical afín”. El complejo empresarial para el que trabajaba le permitía camuflar sus actividades para hacer llegar a Siria e Irak el material. “No levantaba sospechas”, citaron; a pesar de que habría mantenido “constantes y fluidas relaciones” con un integrante del Daesh.
En remesas de envío de ayudas humanitarias a las zonas de conflicto, lo que realmente viajaba oculto era material militar, dinero, equipos electrónicos y de transmisiones, armas de fuego y precursores destinados a la fabricación de explosivos, según las investigaciones policiales. Las redes sociales servían, por último, para que la organización desarticulada se mantuviera en permanente comunicación. Fernández Díaz recordó que durante 2015 un total de 102 personas fueron detenidas acusadas de apoyar o financiar las actividades yihadistas. - DNA