Barcelona - El Gobierno español y el PSOE cierran filas en criticar los movimientos y ofertas que está realizando Artur Mas para ser investido con el apoyo de la CUP. La vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, censuró ayer que el líder de CDC esté dispuesto incluso a “vender” Catalunya por un “cargo”, mientras que el secretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, consideró que “los catalanes no se merecen” que Mas esté dispuesto a aceptar una “presidencia interina” y a “trocear” el puesto y delegar responsabilidades.
La número dos del Ejecutivo de Mariano Rajoy dedicó buena parte de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a atacar a Mas por haber emprendido una deriva “radical y antisistema”. En este contexto, el presidente español desplegará hoy en Barcelona todo el poder electoral del PP en la presentación de sus candidatos a las generales. Un desembarco preñado de significado, puesto que siete minsitros y decenas de dirigentes de la formación conservadora le arroparán en territorio catalán. La candidatura del PP por Barcelona resulta una de las más débiles del Estado, con el ministro del Interior, Jorge Fernández, como cabeza de cartel. Le siguen Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy, y la defenestrada Alicia Sánchez-Camacho. - I. S. M.