Barcelona -La CUP se destapó ayer como una de las fuerzas emergentes en Catalunya y pasó de tres a díez escaños, una decena de asientos para dar un impulso al proceso soberanista. El candidato de la formación, Antonio Baños, consideró que con los resultados obtenidos ayer por los partidos independentistas el proceso “tira hacia adelante”, aunque avisó al president Artur Mas de que “nadie es imprescindible”. El líder la formación también fue un paso más allá al señalar que”la legislación española puede y ha de ser desobedecida por los catalanes”.

El candidato de la formación de izquierdas consideró que ayer se firmó “el certificado de defunción del autonomismo” y comenzó el camino de la “República Catalana”. “Hoy los catalanes empezamos una revolución”, añadió. Atendiendo al reparto de fuerzas en el Parlament, Baños consideró que el proceso continúa adelante, aunque señaló que todos son “necesarios” en la nueva etapa que se inicia, si bien nadie es “imprescindible”. Esta apreciación se dirigía de manera clara al president Mas y es coherente con la afirmación de esta formación durante la campaña señalando que “haría todo lo posible” para que Mas no fuese el próximo president, si bien no haría descarrilar el proceso.

Por otro lado, la número 2 de la CUP por Barcelona, Anna Gabriel celebró el aumento de participación de la jornada de ayer, algo que a su juicio demuestra que éstas elecciones eran plebiscitarias. En estas condiciones, la representante de la formación de izquierdas afirmó que están en posición de defender los intereses de la clase trabajadora y emprender un proceso constituyente. “En el Parlament no había un espacio anticapitalista”, indicó, al tiempo que señaló que su partido tendrá como ejes de la independencia, el socialismo y el feminismo.

La CUP ha obtenido 10 diputados, que corresponden siete a la circunscripción de Barcelona: Antonio Baños, Anna Gabriel, Josep Manel Busqueta, Gabriela Serra, Albert Botran, Eulàlia Reguant y Julià de Jòdar; uno a Girona: Benet Salellas; otro en Tarragona: Sergi Saladié; y otro en Lleida: Ramon Usall. - DNA