gasteiz - Un paso más. La ansiada Ley Municipal escaló ayer un nuevo peldaño que le acerca a convertirse en realidad después de tres décadas de intentos baldíos que han situado a Euskadi como la única comunidad autónoma carente de esta regulación normativa. El Parlamento Vasco demostró ayer su respaldo casi unánime a esta ley que reportará a los ayuntamientos de la CAV una autonomía y un nivel competencial desconocido en el resto del Estado.

Todos los grupos tumbaron con sus votos la aislada petición de UPyD -representada en la Cámara por uno del total 75 parlamentarios- para que el proyecto del Gobierno Vasco fuera devuelto, y encararon de forma conjunta la recta final hacia el alumbramiento legislativo con la habilitación de la ponencia que permitirá debatir las 451 enmiendas parciales. Estas diferencias son las que, hoy por hoy, separan al proyecto de su materialización, un objetivo que aún carece de fecha pero que el Ejecutivo autonómico confía en activar antes de que finalice el presente ejercicio.

Tras tres infructuosos intentos, la posición común de los partidos invita a pensar que esta vez puede ser la buena y que el entramado institucional vasco completará su vertebración con la ansiada norma que, entre otras cosas, dotará a los consistorios de nuevas competencias y de la financiación correspondiente para aplicarlas. Además, como medida destacada, los ayuntamientos tendrán por primera vez voz y voto en el Consejo Vasco de Finanzas, el órgano que reúne a los diferentes niveles institucionales y determina la capacidad financiera de cada uno.

Así lo recoge el proyecto de ley que el Gabinete Urkullu derivó al Parlamento Vasco para su aprobación y que ahora será analizado al detalle en la ponencia creada ayer. La activación de julio para acometer esta tarea, mes inhábil en la actividad parlamentaria, permitirá no perder más tiempo en la tramitación de la ley que la próxima semana reanudará su marcha con la primera reunión ejecutiva del foro de trabajo activado ayer. Será el día 23, jueves, cuando esta ponencia vuelva a reunirse para determinar el calendario de trabajo que guiará sus pasos desde septiembre, una vez culminado el parón estival.

A pesar del impulso común que todas las fuerzas parlamentarias quieren imprimir a esta iniciativa, el Gobierno Vasco no lanza las campanas al vuelo y afronta la recta definitiva de la tramitación con generosas dosis de cautela. Desde el atril, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, mostró la disposición de este gabinete a “esforzarse” por buscar puntos de encuentro, pero asumió que será “imposible” consensuar posiciones que, en su opinión, son “antagónicas” y ofrecen visiones muy alejadas de cómo debe ser esta norma.

La presentación del proyecto de ley a cargo del Gobierno dio inicio al pleno forzado por UPyD con la presentación de la única enmienda de totalidad. Conocido el rechazo de la medida de Maneiro entre el resto de bancadas, la escueta sesión parlamentaria permitió comprobar, una vez más, la visión que esta norma suscita entre los partidos vascos.

De este modo, las intervenciones -PP y PSE limitaron su participación en el debate al turno de explicación del voto- anticiparon cuáles serán los puntos discordantes en el debate de las enmiendas parciales. EH Bildu defenderá una “descentralización del poder” y pondrá en valor la euskaldunización institucional en las entidades locales, además de reclamar la financiación pertinente para que los municipios puedan hacer frente a sus nuevas competencias.

PP, por su parte, insistirá en el respeto a la “singularidad de las diputaciones” y sus competencias forales en la nueva norma, mientras que los socialistas hacen hincapié en el “despropósito” que supone, a su juicio, que Euskadi siga sin tener una Ley Municipal. Ligado a este proyecto, el PSE recordó ayer que en otoño llevarán a la Cámara una reforma de la LTH, lo que expusieron como una oportunidad de que cada bancada se pronuncie sobre la reforma del sistema institucional vasco.

Primer intento de Ardanza. En la tercera legislatura autonómica tras el fin de la dictadura franquista, con el lehendakari José Antonio Ardanza a la cabeza del Gobierno Vasco, tuvo lugar el primer intento para aprobar una Ley Municipal.

Con Ibarretxe. Cinco legislaturas más tarde, el Ejecutivo que encabezaba Juan José Ibarretxe retomó este asunto. Las diferencias entre partidos volvieron a condenar el proyecto al fracaso.

El proyecto de López. En el anterior mandato, el lehendakari Patxi López se topó con el rechazó de las diputaciones de Álava y Bizkaia.

La era Urkullu. El gabinete del actual jefe del Ejecutivo vasco aprobó un proyecto que, por primera vez, ha logrado traspasar la tramitación y alcanzar la fase de debate de enmiendas parciales. El objetivo es aprobar la ley este año.