atenas/bruselas - En la recta final de las negociaciones con los socios, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, buscó ayer el apoyo del Parlamento al paquete de reformas propuesto, en un esfuerzo por mostrar fiabilidad hacia afuera y cohesión interna. A lo largo de la mañana se fueron sucediendo las reuniones de los grupos parlamentarios o de las directivas de los partidos para analizar el último pliego de propuestas.
A falta del debate y voto final que se esperaba para pasada la medianoche, el ambiente que predominaba entre los partidos proeuropeos, todos menos comunistas y neonazis, era de apoyo, en la línea del respaldo dado ya el pasado lunes a Tsipras para negociar, aunque sujeto a un resultado que garantice la permanencia en la eurozona.
La reunión que aparentemente se presentó como la más complicada -hubo pocas filtraciones sobre su desarrollo- fue, como cabía esperar, la del propio partido de Tsipras, Syriza, donde desde un principio ha habido una corriente contraria a violar las promesas electorales de acabar con las políticas de austeridad.
Tsipras pidió el apoyo “cerrado” de sus filas a las decisiones “importantes” que debe tomar el Gobierno. “Hemos recibido un mandato para traer un acuerdo que sea mejor que el ultimátum que nos dio el Eurogrupo, pero desde luego no nos han dado un mandato para sacar a Grecia de la eurozona”, dijo Tsipras, citado por una fuente del Gobierno. “A donde hemos llegado, hemos llegado todos juntos. O continuamos juntos, o nos marchamos todos juntos”, añadió.
Algunos medios señalaban que en esta reunión, tres diputados proclamaron abiertamente su disidencia a través de una carta, en la que insistieron en que si no hay un programa que ponga fin a la austeridad y ofrezca una quita de la deuda, es mejor salirse del euro.
La carta no aclara si los diputados tenían pensado votar en contra, como tampoco lo reveló el ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, quien el jueves rechazó firmar la propuesta y ayer aseguró que “no es compatible con nuestro programa”.
“El no del pueblo en el referéndum no puede traducirse en un sí humillante”, dijo Lafazanis a los medios al entrar en la reunión del grupo parlamentario, y a su salida rehusó decir cómo votaría por la noche.
El partido de Tsipras, el izquierdista Syriza, tiene 149 diputados, y con su socio nacionalista, los Griegos Independientes, suman 162, once por encima de la mayoría absoluta.
También la reunión de los Griegos Independientes tuvo sus más y sus menos, hasta el punto de que fue interrumpida durante una hora, porque el líder del partido, Panos Kamenos, solicitó reunirse con Tsipras para pedirle una serie de aclaraciones.
Aunque se daba por descontado que Tsipras contara con el respaldo de buena parte de la oposición para este proyecto, éste necesita una mayoría propia para poder salvaguardar la estabilidad del Gobierno.
El ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, en su intervención ante el Parlamento, defendió la propuesta del Gobierno de Tsipras y aseguró que es mejor que la primera versión rechazada por una amplia mayoría de la población en el referéndum. Tsakalotos señaló que no es “momento para celebraciones y triunfalismos”, pues el Gobierno está convencido de que se trata “de un acuerdo muy difícil”, por lo que “nadie ha festejado el resultado del referéndum”. Se defendió de las críticas surgidas entre las propias filas de Syriza, que han hablado de “capitulación”, y entre las que varios diputados expresaron abiertamente su disidencia.
voto para un acuerdo final Con el voto de ayer, Tsipras pretendía obtener luz verde para negociar las propuestas enviadas a los socios, pero no significaba el respaldo para un acuerdo final, que deberá ser sometido a votación una vez que se alcance. Uno de los principales condicionantes será si el Gobierno logra arrancar a los socios un compromiso para hacer la deuda más sostenible.
Grecia solicitó el miércoles formalmente el tercer rescate por un total de tres años y un volumen de 53.500 millones de euros, fondos que destinará exclusivamente a la devolución de préstamos a los socios. A cambio, el Gobierno se compromete a un amplio catálogo de reformas que contiene una serie de subidas de impuestos -directos e indirectos-, aumentos de las cotizaciones sociales, así como reducciones de las pensiones.
Por su parte, las expectativas aumentaban ayer sobre la posibilidad de que, esta vez sí, el Eurogrupo cierre hoy con Grecia un acuerdo que asegure la permanencia del país en la eurozona y permita abrir las negociaciones sobre un tercer rescate.
Las instituciones conocidas como la troika estudiaban ayer la propuesta de Tsipras. Una “capitulación” ante las instituciones aunque “necesaria”, en palabras del propio ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis.
La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE), que también colaboran con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el delicado análisis de la sostenibilidad de la deuda griega, tenían la intención de trasmitir a los países de la zona del euro, a primera hora de la mañana de hoy, sus conclusiones sobre el plan griego. Unas horas más tarde (15.00 hora peninsular española) comenzará el encuentro del Eurogrupo. Los ministros llegarán a su enésimo encuentro extraordinario en Bruselas con el ánimo puesto en sellar un acuerdo con Grecia, después de más de cinco meses de tensas negociaciones, siempre y cuando las instituciones aporten una conclusión positiva de las medidas presentadas por Atenas.
recapitalización Por otra parte, según fuentes bancarias, los bancos helenos necesitarán someterse a una nueva recapitalización de entre 10.000 y 14.000 millones de euros si se alcance un acuerdo este fin de semana con los acreedores y permanecerán cerrados hasta finales de la semana próxima. “Nos hacen falta entre 10 y 14.000 millones de euros en capital nuevo. Dada la magnitud del shock al que nos enfrentamos, los reguladores están evaluando la situación en estos momentos”, según estas fuentes que no descartan una prueba de estrés a las entidades bancarias griegas para septiembre. Estas pruebas servirán para “ganar tiempo para normalizar la situación”, según esta fuente.
Los bancos griegos disponen de un colchón de liquidez de 750 millones de euros que sin embargo solo durará hasta el lunes por la noche, según las fuentes, que estiman que los griegos sacan entre 80 y 100 millones de euros al día de los cajeros. “La liquidez está asegurada hasta el lunes por la noche en lo que se refiere al límite de 60 euros diarios de retirada de dinero de los cajeros. Hasta entonces tenemos un colchón de 750 millones de euros”, según estas fuentes, bajo condición de anonimato. - Efe
IRPF. Aumento del IRPF del 11% al 15% para ingresos menores a los 12.000 euros, y del 33% al 35% para los superiores.
IVA. Bajada del impuesto súperreducido del IVA del 6,5% al 6% para medicamentos, libros y teatro; se fija un 13% para alimentos básicos, hoteles, energía y agua; un 23% para el resto, incluida la restauración (ahora 13%).
Descuento en las islas. Eliminación a partir de octubre del descuento del 30% en las islas del mar Egeo más ricas y con mayor afluencia de turistas. Se exceptúan las islas más remotas.
Sociedades. Aumento del 26% al 28% del impuesto de sociedades con un pago adelantado del 100% de este gravamen.
Subsidios agricultores. Eliminación gradual de los subsidios al gasóleo de los agricultores y abolición gradual de las exenciones fiscales a agricultores de aquí a 2017.
Lujo. Aumento del impuesto de lujo del 10% al 13%, con efecto retroactivo para la declaración de 2014, y aplicable a partir de ahora también a las embarcaciones con una eslora mínima de 5 metros.
Prejubilación. Eliminación gradual del sistema de prejubilaciones con inmediata aplicación y exceptuando profesiones de riesgo y a madres con hijos discapacitados, con un sistema de penalizaciones. El objetivo es lograr hasta 2022 el aumento de la edad de la jubilación real a los 67 años, y a los 62 para las personas con 40 años de trabajo cotizado.
Sanitario. Aumento de las cotizaciones de los pensionistas al sistema sanitario del 4% al 6%.
Pensiones. Eliminación gradual de las ayudas a las pensiones más bajas de aquí al 31 de diciembre de 2019. Congelación de las pensiones en términos nominales hasta el 2021. Fusión de las pensiones suplementarias, que pasarán a financiarse exclusivamente con las contribuciones de los trabajadores (hasta ahora eran cofinanciadas por patronos y en algunos casos con ayudas del Estado).
Televisión. Impuestos sobre la publicidad en televisión.
Transportes. Privatización inmediata de los aeropuertos regionales, de los ferrocarriles y puertos y de una autopista.
Defensa. Recorte del gasto en 100 millones de euros para 2015 y 200 millones para 2016.