madrid - La famosa frase que acuñó Lampedusa en El gatopardo, aquella que aludía a que todo debe cambiar para que todo siga igual, proyecta su sombra sobre el PP de Mariano Rajoy, quien anunció por fin a la ejecutiva del Partido Popular los cambios en el partido, que afectan solo a la segunda fila de la estructura de los populares. Uno de los nuevos nombres que entran en la cúpula del PP es Javier Maroto, quien en poco más de cinco días ha pasado de jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Gasteiz, de cuya Alcaldía fue desalojado el pasado sábado, a sentarse en el núcleo duro del Partido Popular junto a Rajoy, Cospedal y demás dirigentes.
Rajoy ha querido premiar al exalcalde de Gasteiz por haber sido el único candidato popular en municipios relevantes que revalidó la victoria en las elecciones del 24-M, creciendo incluso en votos, pese a que sus declaraciones y actitudes contra los inmigrantes le han impedido sumar apoyos de otros partidos para repetir como alcalde. El presidente del Gobierno español y del PP anunció ayer la creación de un nuevo cargo dentro de la formación, la de vicesecretario general sectorial -antes ligado a la vicesecretaría de Organización-, ex profeso para el político alavés. El PP precisó que Maroto será una especie de “número 4” del partido, ya que la vicesecretaría sectorial “agrupa todas las áreas” y tiene un “importante” peso político y programático.
La salida del político alavés de la Alcaldía de Gasteiz coincidió con la escalada de rumores que aventuraban cambios en el PP y en el Gobierno de Rajoy -de esto último, nada dijo ayer el presidente del Ejecutivo español-, por lo que su nombre ya aparecía en algunas quinielas. Llamó la atención que, tras la elección de Gorka Urtaran (PNV) como nuevo alcalde de la capital alavesa, Maroto faltara el lunes a la primera Junta de Portavoces de la recién estrenada legislatura, para acudir a varios actos políticos en Madrid, desde donde se dedicó a realizar declaraciones a los medios de comunicación. De hecho, su actitud recibió la crítica del propio Urtaran, que cuestionó su compromiso con Gasteiz. “El PP decía que Vitoria por encima de todo pero desde el primer día está dinamitando la actividad del ayuntamiento”, afirmó el jeltzale.
Tras conocerse su nombramiento, Maroto expresó el deseo de “impulsar” su partido con la experiencia de “la cercanía al ciudadano” que ha aprendido durante su etapa en Gasteiz y anunció que no abandonará “el barco” de su grupo municipal, que ahora está en la oposición. Según informa Efe, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, llamó a Maroto dos horas antes de la intervención de Rajoy ante la ejecutiva de su partido para comunicarle el nombramiento y le dio veinte minutos para responder si aceptaba el nuevo cargo. El político alavés contestó que aceptaba el puesto con la condición de seguir en el Ayuntamiento de Gasteiz. Según fuentes citadas por Europa Press, el cargo que sí abandonará Maroto es el de parlamentario, lo que abrirá las puertas de la Cámara vasca a Marimar Blanco, la siguiente en la lista y actual presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo.
El nombramiento de Maroto fue solo uno de los que anunció ayer Rajoy y que, previsiblemente, no hayan cumplido las expectativas de los populares de cambios que frenen la caída electoral ante la cercanía de las generales que tendrán lugar, previsiblemente, en noviembre. Y es que Cospedal sigue como número dos del partido, pese a los malos resultados electorales, pese a perder ella misma la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, pese a su mala gestión de los casos Bárcenas y Gürtel. Eso sí, su poder quedará mermado porque el PP pasará, en el segundo nivel de responsabilidad, de tres a cinco vicesecretarías generales. Además de la que recae en Maroto, el que fuera director de la campaña del 24-M, Pablo Casado, llega a la vicesecretaría de Comunicación, para paliar una de las carencias evidentes del partido, una labor que ejercía hasta ahora Cospedal.
Rajoy también releva a Carlos Floriano y Esteban González Pons, que salen de las vicesecretarías de Organización, y de Estudios y Programas, respectivamente, a las que llegan los hasta ahora poco conocidos Fernando Martínez Maíllo, presidente del partido en Zamora, y Andrea Levy, del PP catalán. Y repite el incombustible Javier Arenas como vicesecretario de Política Autonómica y Municipal. También lleva a dirigir la campaña electoral de noviembre a un hombre de su entera confianza, su director de gabinete, Jorge Moragas.
En respuesta a las críticas surgidas en el seno del PP, el mandatario popular anunció que tomará las riendas de la formación y se “implicará mucho más” en la vida del PP sin “menoscabo de sus responsabilidades como presidente del Gobierno”. También dio por supuesto que agotará la legislatura porque anunció que presentará en septiembre los Presupuestos del Gobierno español.