gasteiz - Tuvieron que pasar 35 años para que el Parlamento Vasco celebrara hace apenas un mes su primera jornada de puertas abiertas, una oportunidad que cerca de dos mil personas aprovecharon para conocer las entrañas de la institución donde se aprueban las leyes que rigen la vida de la ciudadanía vasca.
Este día histórico reunió en la Cámara autonómica a turistas que, aprovechando la proximidad de la Semana Santa, encontraron en el inmueble de Becerro de Bengoa un aliciente añadido e inhabitual en su visita vacacional a Gasteiz. Pero también, según apuntaron desde el Parlamento, abundaron los vitorianos que en estas mismas instalaciones se habían examinado del temido Preu, la prueba de acceso a la Universidad que antecedió a la Selectividad en los años 60 y 70, que deseaban en un nostálgico ejercicio atravesar de nuevo el umbral, esta vez desprovistos de nervios, que marcó un punto determinante de su formación académica y, en consecuencia, de su vida.
Todos, fuera cual fuera el motivo de su interés, tuvieron la oportunidad a lo largo de doce horas ininterrumpidas de ver, pisar y sentir las dependencias que cada semana frecuentan sus señorías en el ejercicio de las funciones otorgadas por el pueblo vasco a través del libre sufragio. Pero la inexistencia hasta este año de una jornada de puertas abiertas no ha impedido que esta institución haya recibido a otros visitantes ajenos a la dinámica política; eso sí, en visitas puntualmente concertadas en las que siete de cada diez asistentes se corresponden con escolares de Primaria y Secundaria.
Así consta en el informe al que ha tenido acceso este periódico y que recoge las visitas albergadas por la Cámara vasca a lo largo de 2013 y 2014, un periodo en el que cerca de 9.000 ciudadanos han accedido al Parlamento Vasco. Desde el servicio de protocolo dividen estas visitas en tres tipos: los escolares de Primaria, niños de entre 10 y 12 años que vienen desde las ikastolas; los estudiantes de Secundaria, con edades comprendidas entre 12 y 17 años, y adultos. Este último es el grupo más heterogéneo y la demanda puede proceder de una asociación, escuelas de adultos, euskaltegis, estudiantes universitarios o turistas, por ejemplo.
En todos los casos se trata de visitas guiadas que han dado a conocer de mano de profesionales de la casa la realidad parlamentaria. En ellas, al igual que sucedió en la jornada de puertas abiertas, el interés y la curiosidad de los visitantes tienen una meta común que se sitúa al otro lado de las puertas de acceso al salón de plenos. El espacio donde se turnan en el uso de la palabra los aforados, conocido por todos a través de las imágenes de televisión, capta la atención de los presentes, quienes, en un elevado porcentaje, buscan el lugar ocupado por la presidenta, Bakartxo Tejeria, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, como puntos de referencia.
Las visitas, que en el 60% de los casos y por demanda de los asistentes se celebran con el euskera como lengua vehicular, incluye el paso por la segunda planta y la sala de prensa, otro de los espacios que más interés despierta entre los visitantes. Tanto en el pasado ejercicio como en 2013, la demanda coincide con el calendario escolar, de forma que se suceden desde septiembre a junio. No obstante, a pesar mantener el mismo almanaque, hace dos años mayo fue el mes que congregó un mayor número de visitantes, casi una cuarta parte del total anual, mientras que en 2014 el pico de asistencia se registró en noviembre.
La CAV representa, de forma aplastante, el origen mayoritario de los ciudadanos que acuden a visitar la Cámara autonómica. Casi nueve de cada diez son vascos, aunque el interés por conocer esta institución desde dentro también alcanza a otros rincones del Estado, e incluso, latitudes más lejanas.
Concretamente, Alemania y Francia son las naciones que aglutinan el número más elevado de visitantes extranjeros al Parlamento, un apartado donde también figuran ciudadanos de México y Estados Unidos. En lo que respecta a España, Catalunya, Cantabria y Castilla y León encabezan el listado.