Jerusalén - El interventor del Estado israelí, Yosef Shapira, considera que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, pudo haber incurrido en delito en la administración de su residencia oficial, donde los gastos se han multiplicado desde que asumió el cargo, según un informe hecho público ayer. De acuerdo con el texto, existe un posible delito de apropiación indebida por irregularidades recientemente denunciadas: el intercambio de muebles entre la residencia oficial y la privada de Netanyahu y el reembolso del impuesto de reciclaje por miles de envases de bebidas compradas con dinero público. Se trata de dos escándalos difundidos por la prensa en el último medio año que el interventor investigaba.
Según el testimonio de un exmayordomo que ha demandado al matrimonio Netanyahu por despido improcedente, la esposa del primer ministro solía quedarse con el reembolso de los envases -0,30 céntimos de shékels por botella- para su gasto privado. Distintos cálculos del consumo en la residencia oficial elevan a por lo menos 24.000 shékels (5.465 euros) el dinero apropiado, según el diario Haaretz.
Sobre el reemplazo de los muebles de la residencia oficial por otros más viejos de su vivienda privada, el interventor cree también que existe presunción de delito y recuerda que el asunto está en manos del asesor legal del Gobierno y jefe del aparato fiscal, Yehuda Wainstein, quien no se decide a abrir una investigación. - Efe