Bilbao - Decenas de miles de personas secundaron ayer en Bilbao el llamamiento realizado por Sare, la red en defensa de los derechos de los presos de ETA, para iluminar el camino hacia el final de la política de dispersión aplicada por los Gobiernos francés y español. Bajo el lema Now! Euskal Herrira -Ahora a Euskal Herria-, la protesta confluyó en la plaza Zabalburu atestando de gente las céntricas calles que van de la Casilla al edificio consistorial en la ya tradicional cita de enero en favor de los derechos de los reclusos. Con una nutrida representación de los partidos que conforman EH Bildu -Sortu, EA, Aralar y Alternatiba-, además de los sindicatos ELA, LAB y CCOO de Euskadi, los impulsores de la plataforma mostraron su satisfacción al apuntar que la ciudadanía vasca se unió para “gritar en silencio que es el momento de acabar” con la “sistemática vulneración de derechos” que padecen los reos, una situación que debe de ser modificada de raíz y que podría actuar de palanca de cambio ante el inmovilismo de París y Madrid que actualmente agarrota la política penitenciaria.

Engrasado el movimiento los últimos meses a través de diversas iniciativas, incluso pueblo a pueblo, Sare realizó una demostración de fuerza en una marcha cuyo contenido político estuvo centrado en las declaraciones de EH Bildu. El PNV rehusó enviar una delegación -tal y como hizo el pasado año como respuesta a la prohibición dictada por la Audiencia Nacional que este año, por el contrario, no se ha repetido pese a la peticiones de la AVT, Dignidad y Justicia, y la APAVT (Asociación-Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo -, pero dio opción a sus militantes para acudir o no a la multitudinaria concentración que reunió a 75.000 personas, según cifró el Ayuntamiento bilbaino. Mientras, el resto del arco político vasco se descabalgó bien pronto de la convocatoria. Por ello la luz mediática fue para una coalición que expresó su satisfacción por “ver un pueblo que quiere a los presos políticos vascos en casa”. Esa meta, que hasta la fecha inconclusa pese a que ETA abandonara su actividad armada hace tres años, “se va a conseguir por encima de todos los muros que quieran ponernos los Estados francés y español”. Lo hizo en boca de su presidente, Hasier Arraiz.

A ensanchar el apoyo a la preservación de los derechos plenos del colectivo de presos de ETA se dirigió la valoración de la red Sare, que analizó lo acontecido por parte de Joseba Azkarraga y Teresa Toda, sus portavoces habituales, antes de que la marcha pudiera emprender su camino sobre las 17.45 horas, con 15 minutos de retraso sobre el horario estipulado. Tratando de “aunar las mayores complicidades posibles, porque éste no es un debate entre abertzales y no abertzales, sino de defensa de derechos humanos”, el exconsejero de Justicia del Gobierno Vasco entre 2001 y 2009 dio cabida en el colectivo a “cualquier persona que esté en contra de la vulneración”, sea del color político que sea.

“demostración” Derribada la Doctrina Parot, el Colectivo de Presos de ETA, EPPK, ha visto como 81 de sus miembros ha dejado atrás las cárceles el pasado año. El último comunicado de la organización que daba vida a la posibilidad de “profundizar” en el plan de reinserción Zuzen Bidean, impulsado por el Gobierno Vasco aunque cerraba el paso a un arrepentimiento que pudiera acompañar a la pacificación de Euskadi, también fue valorado por Azkarraga. Calificada como “una demostración más de que los presos quieren seguir dando pasos” de cara al futuro, no obstante instó a que esa senda abierta para deshacer el nudo gordiano del conflicto político se visualice a través del apoyo ciudadano y la de ayer fuera “la última -manifestación- que se hace en contra de la dispersión”. “Es el momento de terminar con la vulneración de los derechos humanos”, concluyó.

Con especial protagonismo durante la multitudinaria marcha, Etxerat apuntó a la necesidad de “denunciar los efectos que produce la dispersión”, que “25 años después” sigue activa. Como contraposición, según su ayer portavoz, Maider Alustiza, estuvo “el balón de oxígeno” en forma de “solidaridad” brindada a los reclusos. Adolfo Txiki Muñoz (ELA), por su parte, censuró los intentos del Ejectivo de Mariano Rajoy por “condicionar la agenda política de Euskal Herria”, mientras que Ainhoa Etxaide (LAB) pidió pasos más valientes” a las instituciones vascas.

Síntoma de que la resolución al problema abierto con el futuro más cercano del colectivo de presos también tiene sus fisuras en el seno de la izquierda abertzale, no obstante una manifestación alternativa organizada por Amnistia ta Askatasuna (ATA) recorrió el Casco Viejo una hora después de que terminara la marcha de Sare. En la protesta del grupúsculo, que no ve con buenos ojos la línea oficial que mantienen desde Sortu para con el frente de makos, se corearon lemas como “Sin amnistía no hay paz” y se arrojaron pasquines y petardos, sin que se produjeran incidentes, según informó la agencia Efe.