gasteiz - El apoyo de EH Bildu a los Presupuestos vascos tiene un precio que oscilará entre los 450 y los 600 millones de euros. Así se lo trasladarán desde la coalición soberanista al consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, en la reunión que ambas partes mantendrán esta misma semana, un encuentro en el que este grupo parlamentario pondrá sobre la mesa sus propuestas en política social, empleo, educación y cultura.
EH Bildu es consciente de la proximidad que existe entre PNV y PSE para refrendar el acuerdo que el pasado año permitió a los jeltzales aprobar unas cuentas que los socialistas habilitaron con su abstención y ante las que la bancada abertzale ejecutó su voto contrario. La situación del tablero político no ha variado demasiado después de doce meses y el grupo liderado por Idoia Mendia sigue siendo la primera opción que barajan desde las filas jeltzales, aunque no la única.
Ante estas posiciones de inicio, la coalición soberanista quiere mover ficha y mostrar su voluntad negociadora que ya desde el debate de Política General, en septiembre, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, se encargó de dejar patente.
La clave que desde entonces ha predominado en el discurso de EH Bildu es la ausencia de recortes como primera cláusula para sentarse a hablar de posibles puentes entre los dos primeras fuerzas del Parlamento Vasco. A esta melodía, el portavoz de la coalición en la Cámara autonómica, Unai Urruzuno, se encargó ayer de empezar poner letra a base de dotaciones millonarias. Y lo hizo acompañado de Leire Pinedo, Dani Maeztu y Oskar Matute para otorgar a la previa negociadora la solemnidad encarnada por la presencia de cuatro representantes de las respectivas fuerzas que aglutina este grupo.
En un somero diagnóstico, Urruzuno consideró que el proyecto de Urkullu “cronifica los recortes” efectuados en ejercicios anteriores, por lo que EH Bildu demanda una vía alternativa que pasa por primar las “prioridades básicas” con una dotación extra cercana a los 600 millones de euros.
Eso sí, la coalición esperará a conocer la voluntad del Gobierno Vasco ante estas demandas para desvelar de dónde piensa retirar estas cantidades para reencauzarlas a su nuevo destino.
En estas prioridades, las políticas sociales ocupan un lugar de privilegio que se traducen en 11 millones más para las Ayudas de Emergencia Social (AES), 30 millones añadidos a las ayudas contempladas para la conciliación de la vida laboral y familiar, y 60 millones de incremento en la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), aunque las mayores dotaciones irían a parar a sendos fondos para potenciar el empleo en el sector industrial y compensar la pérdida de la capacidad adquisitiva de los funcionarios desde 2012, dos iniciativas para las que la delegación negociadora de EH Bildu solicitará a Gatzagaetxebarria una suma de 400 millones que dividiría a partes iguales.