madrid - A falta de cinco días para que se vean cara a cara Mariano Rajoy y Artur Mas, el Ejecutivo del PP puso ayer, una vez más, las cartas sobre la mesa. Según señaló la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, Rajoy acudirá “con ánimo constructivo” al encuentro del próximo miércoles, una cita en la que quiere abordar cómo fortalecer la salida de la crisis. Sin embargo, si el dirigente catalán tiene como único objetivo de la reunión la consulta soberanista para el 9 de noviembre no habrá acuerdo.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría no rebajó ni un milímetro la postura del Ejecutivo del PP contraria a la celebración de la consulta. La dirigente popular abundó en que la consulta no cabe en la Constitución, que así lo han afirmado tanto las Cortes como el Tribunal Constitucional y así lo defiende el presidente del Gobierno. Por ello, dejó claro que si el “plan que tiene Mas” es mantener la consulta, sin alternativa, el Gobierno solo podrá “decirle una cosa: que no es legal, que no se puede negociar sobre lo que no entra dentro de la Constitución”.

Así, Rajoy, auspiciado por los buenos datos que le dan los últimos indicadores, tratará de centrar el encuentro en cuestiones económicas y sobre qué hacer para acelerar la salida de la crisis y la creación de empleo. Según la vicepresidenta, la reunión “puede ser un importante momento para ello”.

No a la tercera vía Sáenz de Santamaría aprovechó su comparecencia para desgranar las claves de la cita que mantendrá Rajoy con Pedro Sánchez. El próximo secretario general del PSOE se reunirá con Rajoy este lunes, una vez que el Congreso de los socialistas le ratifique como líder de la formación de la calle Ferraz. Para Sáenz de Santamaría es una primera toma de contacto, pero la voluntad del presidente español es que se produzca una comunicación general sobre todos los asuntos importantes y haya “acuerdo en todos los grandes temas de Estado”.

Sin embargo, y al ser preguntada en concreto por la tercera vía que Pedro Sánchez respalda como solución a las aspiraciones soberanistas de Catalunya, la número dos del Gobierno advirtió de que “una cosa es hacer discursos y otra llevarlos a la práctica”. “Al hablar de las vías conviene también hablar de la viabilidad de las vías”, aseguró.

En este sentido, recordó que entre las formaciones políticas del Congreso no existe un mínimo consenso acerca de la reforma del modelo de Estado, un acuerdo que, según subrayó, es “necesario” para llevar a cabo para acometer una reforma del modelo territorial. Además, destacó que, a diferencia de 1978, España es un Estado descentralizado y para llevar a cabo cualquier reforma territorial hay que contar con otras instituciones, como las comunidades autónomas.

Compás de espera para ERC En este contexto, Mas aseguró ayer que da la “máxima importancia” a la reunión con Rajoy. Por ello, subrayó que no quiere avanzar ninguna decisión hasta después del encuentro sobre una hipotética entrada de ERC en su Ejecutivo. Mas respondió así al ser preguntado sobre una posible oferta de incorporación de ERC conforme se acerca el 9 de noviembre. “A partir de septiembre habrá densidad e intensidad de decisiones en muchos frentes, pero a 25 de julio quien se come los sapos -de gobernar- sigue siendo CiU y no nos quejamos”, afirmó Mas. En todo caso, señaló que no hará “juicios definitivos” hasta después de la reunión con Rajoy. - DNA/E. Press