madrid - La presidenta de Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco), Consuelo Ordóñez, calificó de "balón de oxígeno" el encuentro mantenido ayer con los nuevos reyes, el primer acto oficial de Felipe VI tras su proclamación, ya que ha llegado "en un momento en el que los damnificados no son prioridad para los ejecutivos central y vasco", según dijo. Los reyes se reunieron durante hora y cuarto con un numeroso grupo de víctimas del terrorismo, entre los que se encontraba representado Covite, que trasladó a los monarcas la importancia de que los cientos de asesinatos de ETA que aún se encuentran sin resolver no caigan en el olvido. El colectivo hizo extensiva su petición para todos y cada uno de los asesinatos de los GAL que no han sido resueltos.
Durante el acto el monarca español expresó a las víctimas del terrorismo que las admira por su superación personal y fortaleza moral, y por no guardar deseos de venganza, al tiempo que garantizó que la reina Letizia y él nunca olvidarán su sufrimiento y dolor.
Familiares y víctimas de ETA, los Grapo, los atentados del 11-M y la violencia terrorista en Irak y Afganistán compartieron una conversación distendida con Felipe y Letizia en la que les trasladaron numerosas peticiones.
Al término de la reunión, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, subrayó que las víctimas pidieron a los nuevos reyes que ayuden en sus viajes internacionales a "desmontar la vieja teoría del conflicto" en Euskadi que la organización terrorista ha conseguido instaurar "de forma tremenda" en algunos países, según afirmó.
Por su lado, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, explicaba que Felipe de Borbón se había mostrado "muy sorprendido" cuando ella le dijo que algunas víctimas sufren "un retroceso en su estado psicológico" por los últimos permisos penitenciarios a presos etarras, la libertad condicional de Iosu Uribetxebarria o las excarcelaciones por la derogación de la doctrina Parot. - E.P./Efe