MADRID. Es el caso de un hombre que tenía montado su 'chiringuito' en el Paseo de Recoletos, esquina con la calle Alcalá, y que vendía tres tipos de banderas con distintas ofertas: dos pequeñas por cinco euros, una mediana por el mismo precio o algo ya más caras las grandes destinadas a los balcones.
Ha explicado que aunque el Ayuntamiento se ha encargado de repartir unas 100.000 banderitas entre los ciudadanos, calculaba que se acercaran hasta la zona cerca de medio millón de personas y por lo tanto, esperaba "poder vender igualmente".
Sin embargo, estas pretensiones poco le han durado al vendedor, que ha sido interceptado por la Policía Municipal, que le ha pedido que se retirara porque no podía estar ahí. No obstante, antes de marcharse, se ha gestionado el acta y se le ha requisado el material.
Lo que sí es cierto es que independientemente de que sean banderas del ayuntamiento o traídas de casa, los asistentes que poco a poco se están acercando hasta este punto, en Banco de España, portan todos este elemento decorativo, ya sea colgado de la espalda, con un palo a modo de banderín o atada a las manos.