MADRID. Arriola, director del Instituto de Estudios sociales y sociólogo de cabecera del PP, y Toharia, presidente de la empresa de sondeos Metroscopia, han participado en un desayuno del Forum Europa en el que han analizado los resultados electorales.
Ambos entienden que el partido de Pablo Iglesias, que logró cinco escaños en las europeas, ha canalizado ese desencanto de los votantes, que habitualmente aprovechan estos comicios como "desahogo", en palabras de Toharia.
Para Pedro Arriola, estos comicios han servido para expresar "cabreo" o "malestar" porque "no reparten poder", los ciudadanos no las perciben como cruciales y actúan en consecuencia.
"Una parte no quiere perder el tiempo (de ahí la poca participación) y la otra parte las usa para expresar sus humores", ha señalado el sociólogo del PP, para quien se ha votado "con el corazón" y si se hubiese votado "con la cartera", como en unas municipales, autonómicas o generales, los resultados habrían sido otros.
Arriola, que ha negado tajantemente que los resultados auguren el fin del bipartidismo, ha insistido en que no se pueden extrapolar estos comicios a otro tipo de elecciones como unas generales, entre otras cosas por la participación, porque tan importante como el 45 % de los electores que han votado es el otro 55 % que no lo ha hecho.
Toharia, por su parte, cree que las elecciones reflejan lo que llevan diciendo los sondeos mucho tiempo, el estado de "enfado profundo y extenso" de la sociedad, que entre otras cosas aún no ha perdonado al anterior Gobierno socialista y que en general tiene un "gran desenganche emocional" respecto de los dos grandes partidos.
Y Podemos es, para el presidente de Metroscopia, "un aviso a los grandes partidos", el de que hay que hablar a la gente "de otra forma", con un tono más cercano, y con más "juventud mental", algo que sí ha entendido, en su opinión, el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
En cualquier caso, Toharia duda de que un partido así tenga futuro, porque no puede funcionar sólo con "voluntarismos, programas o un líder carismático", aunque sí lo ve como un movimiento, una "conciencia latente" que sirva de acicate.
Tanto Toharia como Arriola han coincidido en subrayar que Pablo Iglesias ha sabido hacer uso de los medios, algo que, en opinión del primero, no han hecho bien los grandes partidos.
Pedro Arriola va más allá y subraya que han sido las televisiones las que han puesto en contacto a Podemos con determinados segmentos sociales.
"Aquí en Madrid hay de todo, todos los frikis acaban planeando sobre Madrid", ha dicho Arriola con el "mayor respeto", para subrayar también que Podemos es en definitiva, "la canalización del malestar", que es bueno que en política se exprese con votos "y no con piedras".
Y ha considerado que los votos a este partido vienen del PSOE e IU o son de electores jóvenes que acudían a las urnas por primera vez.
El sociólogo del PP no ha querido, en este foro, responder a preguntas sobre la estrategia de campaña del partido de Mariano Rajoy, las polémicas declaraciones del candidato, Miguel Arias Cañete, sobre la superioridad intelectual y el machismo, o sobre si episodios como el caso Bárcenas han afectado a la fuerte pérdida de votos sufrida por los populares.
Ha subrayado que lo que más aclara las actitudes ante el voto es la percepción de la situación económica en general y de la particular, de la situación política y por último el tiempo que el gobierno, de lo que sea, lleva en el poder.
Y ha recordado que en un país cuya mayoría de votantes dice ubicarse en el centro izquierda, el PP ha ganado con mayoría absoluta en dos ocasiones.
Sí he opinado José Juan Toharia de la polémica sobre Cañete, y ha subrayado que sus declaraciones sí afectaron a la intención de voto, según los estudios que Metroscopia hizo. Hubo, ha dicho, "un efecto perceptible muy claro" después de esas palabras.
En cualquier caso ambos han reconocido que PSOE y PP partían en una posición casi de empate, mucha igualdad que en algunos momentos superó el PSOE y que después fue cambiando.
Arriola ha asegurado que a cuatro días de las elecciones sus datos le decían que el PP obtendría 17 escaños y el PSOE 15, un escenario muy parecido al que finalmente dieron las urnas (16 y 14).