barcelona - El president de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, solicitó ayer un apoyo masivo en la cita con las urnas europeas del domingo para reforzar el apoyo a la consulta de Catalunya y solidificar la convocatoria del referéndum. En el acto central de su partido celebrado en Manresa (Barcelona), recalcó que un resultado positivo el 25-M para su formación encarrilará sin posibilidad de marcha atrás un proceso al que el Gobierno español trata de taponar todas las vías legales abiertas. No obstante, y pese a que el máximo mandatario del Govern dejó entrever esta misma semana la posibilidad de convocar unas elecciones plebiscitarias como salida intermedia al permanente conflicto abierto con el Estado, ayer mantuvo inalterable la fecha de la consulta: 9 de noviembre de 2014.
La convocatoria se sustenta en los pilares de "paz, democracia y libertad" que definen Europa, asumió Mas en un acto en el que arremetió contra las "bofetadas" que recibe desde diferentes instancias del Estado a causa de los vaivenes del proceso soberanista. Si bien no citó expresamente al presidente español, Mariano Rajoy, durante su alocución ante miles de simpatizantes de CiU, el president lamentó profundamente las palabras de quienes señalan que Catalunya "quedará fuera del mundo" si, tras llevar a buen puerto la consulta ciudadana, finalmente consigue soltar sus amarras con el Estado. "La lucha que tenemos entre manos, en último término, tendrá un escenario europeo", ahondó para valorar la importancia de Europa como contexto en el que certificar el éxito del proceso catalán.
Con un Ejecutivo de Madrid que hace oídos sordos a las llamadas de Artur Mas para dar una salida democrática a la pulsión soberanista, pero también con la presión que ejerce ERC -y en menor medida ICV-EUiA- para la celebración de la consulta, el líder de CiU entró de lleno en una campaña electoral que, además del componente independentista, tiene en la disputa del voto en clave nacionalista -algunos sondeos vaticinan que ERC pasará por encima de CiU en las elecciones en Catalunya- otro de sus alicientes. El president entró de lleno, además, con un contundente mensaje en evidente dirección a los ciudadanos catalanes. El éxito de la consulta no será posible sin el apoyo activo de la coalición que comanda, vino a decir. "Sin CiU no sería mayoritario", apeló. "Se tiene que dar fuerza y votos a aquellos que dan más la cara y se la juegan más y reciben las bofetadas de verdad, los que están en primera línea", subrayó un Mas que volvió a evidenciar no temer las "consecuencias y represalias" que pudieran derivarse de los pasos dados hasta la fecha. Mas se mostró con "la capacidad de llevarlo a cabo con todas sus consecuencias".
Es más, confirmó que seguirá recorriendo el camino abierto. Convocará "la consulta del 9 de noviembre en los términos que están acordados", incidió, un hecho que se podrá vislumbrar en "septiembre u octubre" firmando la convocatoria. "Me veréis firmando para que los catalanes vayan a votar las preguntas acordadas. Este país lo verá, y será la primera vez que pasará en tres siglos", anunció.
De esta forma, Mas ahuyentaba ayer mismo los fantasmas que aparecieron esta misma semana, cuando en una entrevista radiofónica aseguró que abriría un proceso de debate con las formaciones partidarias de la consulta soberanista -ERC, ICV-EUiA y CUP, además de CiU- para determinar si mantenía la fecha para la consulta elegida en diciembre de 2013 o, por el contrario, y siempre que otras vías quedaran cortadas, tomaba el camino hacia unas elecciones plebiscitarias que mostrasen de forma fehaciente el apoyo popular a la independencia. En el trasfondo se encontraba la negativa del Congreso a la transferencia de la competencia para convocar referendos.
ley de consultas Sin embargo, Catalunya también ha empezado a recorrer su propia vía. Y no solo en las calles, si no que el president también aludió a la elaboración de una ley catalana propia para la convocatoria de consultas, si bien su formalización también supondrá un nuevo enfrentamiento con el Ejecutivo de Rajoy en el conflicto permanente que mantiene con Madrid. El PP, pero también destacados sectores del PSOE, han cerrado todas las puertas disponibles al entendimiento con la Generalitat de Catalunya, siempre que esta no se avenga a olvidarse de reclamaciones que supongan una ruptura de España o una consulta.
Aún así, el president Mas se mantiene en su postura. No obstante, tres ingredientes deben aderezar el camino de Catalunya antes de la consulta. "Se basa en el consenso político, la mayoría social y el liderazgo que hay al frente del proceso soberanista" y "ninguna de estas tres cosas puede fallar", esgrimió. - Efe