BILBAO. Rearmarse tras una semana de conmoción interna, disidencias, desmarques y riesgo de escisión. Éste será el propósito del PP en la convención que hoy levanta el telón en Valladolid, marcada por ausencias como las de José María Aznar y Jaime Mayor Oreja, y que servirá como pistoletazo de salida hacia las elecciones europeas, por lo que la dirección popular tratará de ensalzar lo que divisa como inicio de la recuperación económica, las medidas reformistas de Mariano Rajoy y la defensa de la unidad del Estado español ante el desafío soberanista de Catalunya. A nadie se le escapa que será más una cita donde primará el continente -la caza del gesto- respecto al contenido y la declaración gruesa de personas afines al núcleo duro que difiere de los pasos dados por el presidente español en ciertas materias, como la política antiterrorista.
De fracturas, nada, señaló ayer en el Fórum Europa de Bilbao el portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, destacando que el partido tiene "marcadas a fuego" en su identidad la unidad y cohesión internas. "No quiero participar en una ceremonia de críticas, discusiones, o como diría Rajoy en dimes y diretes", manifestó, sin entrar a valorar afirmaciones como las de María San Gil. "Nosotros nos justificamos con nuestro trabajo de cada día, que es dar la cara en el País Vasco y luchar contra el proyecto político de ETA, porque ha sido derrotada la ETA de los comandos, pero todavía queda un proyecto político y una historia por escribir", consideró Alonso, con el objetivo de evitar equivocarse "de adversario". "Decir que el PP atraviesa un momento malo es un juicio de valor. ¡Juzguen entonces el momento del PSOE!", ironizó. En relación al hecho de que Mayor Oreja anunciara que no irá en las listas europeas, reveló que el pasado miércoles conversó con él de forma "cordial y sincera", y que le aseguró que no cambiará de filas.
No obstante, fuentes del partido admiten en privado que hay cierto nerviosismo y preocupación por los últimos acontecimientos suscitados en su seno, y que se desea conocer lo antes posible el cabeza de cartel de cara a los comicios del próximo 25 de mayo, si bien el nombre no saldrá a la luz de forma oficial en esta convención. Con todo, "España va en la buena dirección" es el lema de un evento al que asistirán más de 2.000 cargos y militantes. El PP tiene ya un mensaje claro para pedir el voto: el de que solo las formaciones grandes que pueden conformar mayorías fuertes tendrán poder de decisión en Bruselas.